Frente común de la oposición ante el “acoso” al interventor de Ourense

Oposición y trabajadores cerraron filas ayer con el interventor municipal, que ha pedido que se cierre su expediente de cese y acabe el acoso laboral contra su persona por parte del alcalde de la ciudad. Todos los grupos lamentan que esta se trate de una “práctica habitual” por parte del actual regidor.

En el PP, que llevará al pleno de esta misma semana una moción para pedir al gobierno local que cumpla la legalidad haciendo hincapié en el protocolo de acoso laboral, lamentaron esta práctica de “intimidación” denunciada por el interventor municipal. El popular Miguel Michinel dice que eso demuestra que el acoso a la jefa de la Policía Local no fue “un caso illado”. Así, sostiene que “estes pésimos costumes no tratamento do persoal estanse a naturalizar nos últimos meses e deberían preocupar a todos, porque a inestabilidade do persoal, unida á nula xestión do goberno, ten como consecuenica un maior gasto e unha deficiente prestación de servizos”.

Desde el PSOE, Natalia González lamentó que Jácome ejerza de “pequeno ditador” amenanzado con ceses, como el del interventor, “que non pode materializar” mientras se “incha” a contratar asesores y altos cargos “a dedo” conviertiendo el Concello de Ourense en la “oficina de colocación” de Democracia Ourensana, como “alumno avantaxado” de la “doutrina do PP en Ourense”.

Por su parte, el portavoz nacionalista, Luis Seara, se ratificó en en asegurar que “o Concello de Ourense está nunha situación económica moi crítica que pon en perigo a súa estabilidade”. Desde el BNG entienden que las alegaciones presentadas por el interventor municipal al expediente de cese “ratifican o que desde o BNG vimos denunciando desde hai meses, opacidade na xestión, nulo respecto aos procedementos e dilapidación dos cartos públicos”. Además, añadió, en lo referido al acaso laboral, que “é unha práctica habitual no Concello desde a chegada de Jácome, quen pretende amedrentar aos traballadores que non son funcionais aos seus intereses”, como si fuera, incidió, una “caza de bruxas”.

No solo los partidos políticos reaccionaron a las alegaciones del interventor. Desde la parte de los trabajadores del Concello, la sección de CCOO, segunda con mayor representación en la junta de personal, manifestó su “total apoyo” al interventor, señalando además que “el acoso laboral es evidente”.

Alegaciones

El interventor del Concello, Gonzalo Alonso, formalizó alegaciones al expediente de cese realizado por el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, en las que insta a que cese “el acoso” del regidor hacia él. Jácome abrió expediente contra él el pasado 20 de diciembre por discrepancias y por “obstrucción”.

En el documento presentado por el interventor, habla de “acoso laboral” y menciona “intimidaciones” por parte del regidor señalando la “descalificación profesional”, “la desacreditación personal” e incluso “burla con difusión mediática” y “hostigamiento constante”.

El funcionario señala que “no hay fundamentos” para la tramitación del expediente de cese en carácter formal, pero tampoco material. “Estamos ante una causa general absolutamente prospectiva, carente de fundamento real y con una finalidad espuria en la que concurre absoluta inhabilidad, falta de competencia de acción, no solo para iniciarla, sino también para concluirla”.

En el mismo, califica las acusaciones del regidor de “tener actitudes obstruccionistas” o “dilatorias”, de “frágiles en su rigor técnico” y de “escasa fiabilidad” y se ratifica en distintos informes emitidos a lo largo de los procedimientos de modificaciones presupuestarias.

También alude al “modo DO” haciendo referencia a la sentencia del Juzgado de lo Social número 1 de Ourense que acredita el acoso laboral al que fue sometida la intendente de la Policía Local, María Barrera, por el concejal de Seguridad Ciudadana y el propio regidor.