Los investigadores del tiroteo de Tamallancos: "Su mujer participó de la misma forma, pero sin escopeta"

Los investigadores del tiroteo en la gasolinera de Tamallancos destacaron que el principal acusado, Esteban M. M., tenía la intención de causar el mayor daño posible a los miembros de la otra familia. Además, indicaron que su mujer Yolanda, la otra acusada, fue partícipe de los hechos, aunque no fuese ella la que llevase encima la escopeta con la que se efectuaron los disparos.

Durante la segunda sesión del juicio por el tiroteo en la gasolinera de Tamallancos, ocurrido el 8 de marzo de 2022, los agentes encargados de investigar el suceso declararon que el ataque de Esteban a la expareja de su hija y a los padres de este estaba planificado, basándose en que hay una llamada previa a las víctimas y que el acusado llevaba la escopeta cargada.

Según explicaron, una vez que los miembros de la otra familia salieron del establecimiento, Yolanda les hace una indicación para que vayan y Esteban saca la escopeta y empieza a disparar. En este sentido, indicaron que el acusado “buscaba hacerles el mayor daño posible” por las zonas del cuerpo en las que recibieron los impactos las víctimas y porque los estuvo persiguiendo cuando huyeron.

Aquí señalaron la importancia de la actuación de uno de los trabajadores que, sabiendo que las víctimas estaban escondidas en la cocina, le dijo a Esteban que habían huido por otro lugar. “Si no fuera por el camarero no sabemos lo que habría pasado”, indicaron. Los investigadores destacaron también la participación de la acusada en los hechos, haciendo referencia al control de la puerta trasera del establecimiento que esta hizo con un garrote en la mano para asegurarse de que no saliesen los tres miembros de la otra familia por ahí. “Yolanda participa de la misma manera que Esteban, lo único que no tenía la escopeta”, aseguraron.

Detención

En la sesión también declararon los agentes de la Guardia Civil que detuvieron a Esteban. Según indicaron, ese día recibieron un aviso por un tiroteo en la gasolinera de Tamallancos, cuando acudieron al lugar, los testigos les informaron de que los autores eran un hombre y una mujer que se habían ido en una furgoneta. Poco después recibieron una alerta que les informaba de que el autor de los hechos era de Bóveda y acudieron al lugar.

Una vez allí, Esteban les estaba esperando, ya que, según les dijo, ya había llamado él a la Guardia Civil. Además, reconoció haber sido él el autor de los disparos y que se llevaba mal con la otra familia porque se habían llevado a su hija y solo quería asustarlos, aunque aseguró que tenía la conciencia tranquila. “Nos dijo que el novio de su hija la agredía constantemente y por ese motivo su mujer tenía depresión y no dormía por las noches, por eso indicó que no tenía otra salida”, expresó uno de los agentes.

Sin oponer ninguna resistencia, les entregó la escopeta y los cartuchos que tenía. Asimismo, lo único que les pidió fue fumarse un cigarro y poder despedirse de su hijo. Los agentes indicaron que también les preguntó “si había algún payo herido” y les dijo que había dañado a una persona que estaba jugando al dominó y que no había sido esa su intención.

La defensa incide en que hay que tener en cuenta el problema del acusado con el alcohol

El abogado de los acusados, Daniel Macías, aseguró este martesantes de comenzar la segunda sesión del juicio que la acusada, Yolanda G. M., no sabía que su marido tenía una escopeta ni lo que iba a ocurrir. Además, incidió en que hay que tener en cuenta “el problema tan grave de alcoholismo que tiene Esteban”.

Esta es una de las estrategias de la defensa, demostrar que el acusado estaba bajo la influencia del alcohol en el momento en el que sucedieron los hechos y las declaraciones de los hijos este martes ayudaron a fortalecerla. Uno de ellos aseguró que el día de los hechos, el 8 de marzo de 2022, antes de salir de casa el acusado se tomó su tratamiento habitual con cerveza y de camino al trabajo compró más cerveza.

Asimismo, señaló que esa mañana estuvieron en un bar de la ciudad celebrando que uno de los hijos del acusado salió absuelto en un juicio y allí bebió más cerveza, pese a que según indica, su padre ya estaba ebrio. Luego señala que Esteban continuó bebiendo durante la comida y en un momento se dio cuenta de que no estaba su hija y se fue a buscarla a la habitación.

Allí, según el testigo, ella le dijo mientras lloraba que su exmarido y su exsuegro la estaban molestando y venían para llevársela. “Mi padre se volvió loco, se montó en la furgoneta y se fue”, aseguró el joven, señalando que no lo volvió a ver hasta su regreso cuando le dijo “llama al cuartel de Tamallancos para que me vengan a buscar”.