Las “low cost” marcan territorio en Ourense

Por el momento, Ourense había sido con las gasolineras “low cost” como aquellos irreductibles galos que en los cómics de Astérix y Obélix resistían la invasión romana. Las firmas de estaciones de servicio de bajo coste ya cuentan con cientos de instalaciones por toda la geografía española y, aunque la provincia no es una excepción, sí había contenido la entrada de estas firmas dentro de su ecosistema. Ahora parece que estas firmas se han fijado en Ourense y preparan su llegada con solicitudes de instalación en los concellos de Ourense y San Cibrao, donde se concentran un gran número de conductores a diario, aunque ya cuentan con un buen número de estaciones en su entorno.

La pionera en este sentido fue la Superfuel, ubicada en el Polígono de San Cibrao, inaugurada en 2015 y que llegó a tener una orden de demolición porque, según el Tribunal Supremo, el autor del proyecto “carece de capacidad para elaborarlo”. No fue hasta inicios de este año que la compañía Plenoil, que tiene cerca de un centenar de gasolineras por toda España, abrió -tampoco sin polémica- en la rotonda de Marcelo Macías. Ahora Plenoil prepara dos instalaciones más en Ourense. Han presentado dos proyectos de incidencia ambiental para instalar una gasolinera en la parcela 5 de la calle Ricardo Martín Esperanza del Polígono de San Cibrao -que ya habría sido rechazada por el mismo motivo que llevó a Superfuel a los tribunales- y otra en la calle Canizo, en Seixalbo, al lado del aparcamiento del tanatorio.

Por su parte, la firma Petroprix también estudia su desembarco en Ourense. En concreto, ha presentado un proyecto de incidencia ambiental para instalarse en la OU-536, en el desvío que lleva hacia Os Virós, muy cerca de una estación de servicio de Repsol y a menos de 2 kilómetros de la de Castadón, lo que concentraría en un espacio de 3 kilómetros a tres gasolineras. El proyecto plantea una estación desatendida que abrirá 24 horas y contará con cajeros automáticos para que los clientes puedan realizar el proceso de repostaje. Además, tendría un depósito con una capacidad de 70.000 litros de combustible y tendría 8 surtidores.

Teniendo en cuenta que Ourense y San Cibrao son los concellos con más gasolineras de la provincia, estas tres instalaciones reforzarían la concentración de estas infraestructuras en el entorno de la ciudad y las áreas industriales y seguirán marginando las zonas rurales de la provincia.

La patronal critica el modelo sin empleados de las firmas de bajo coste

La patronal critica el modelo de negocio de estas firmas de bajo coste, centrándose especialmente en que estas instalaciones son “desatendidas”, esto es, que no tienen ningún empleado. Desde la Asociación de Estaciones de Servicio de Ourense indican que “low cost” también pueden ser las gasolineras libres (que no pertenecen a ninguna gran marca), pero que es primordial que estas sean atendidas, ya que son las que “generan puestos de trabajo y fijan población”. “Cerca de las gasolineras atendidas siempre se generan otros negocios, sólo hace falta fijarse en Ourense, donde se han abierto restaurantes u otras tiendas al lado de las gasolineras”, explican.

“Si todos siguiésemos ese modelo no trabajaría nadie en las gasolineras”, subrayan desde la asociación de gasolineras. Lo cierto es que, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), los expedendores de gasolineras son una de las profesiones más solicitadas por los demandantes de trabajo en la provincia, concretamente la número 50, con un total de 263 peticiones de empleo. Las más de 300 estaciones de servicio asociadas a Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes) facturaron más de 900 millones de euros y emplean a más de 2.300 personas en toda Galicia, representando al 70% del sector.