Ourense alberga un 10% más de entierros que de muertes

La provincia registra cada año más entierros que fallecidos. Esto se debe al retorno de los restos de los ourensanos residentes en el exterior que decidieron ser enterrados en su comarca de origen o en la de sus antepasados. La cifra no es para nada desdeñable, ya que representa aproximadamente un 10% del negocio actual de las funerarias ourensanas. “Se trata de paisanos que, principalmente, por motivos laborales tuvieron que emigrar al extranjero o a otro punto de la geografía española”, explica Rubén Campo, presidente Asociación de Empresas Funerarias de Ourense. La explicación radica en que “o bien ellos o bien la familia decidieron que la sepultura tiene que estar en Ourense”, añade Campo.

En estos casos las empresas funerarias ourensanas realizan un servicio completo. “Cada vez estamos más preparados para cubrir este tipo de servicios. Las familias se ponen directamente en contacto con nosotros y desde aquí nos encargamos de cubrirlo todo en coordinación con empresas de otras provincias o países”, comenta Rubén. A diferencia de lo que ocurre en los entierros de la provincia, aquí la incineración cobra una mayor relevancia por las condiciones de los restos. “Es más habitual que sean incinerados, de esta manera se puede retrasar el entierro un tiempo”, explica.

Cementerios sin espacio

La provincia cuenta en la actualidad con 908 cementerios. Los últimos datos recogidos por el Ministerio de Asuntos Económicos cifraba la mitad de ellos al 90% de ocupación. Un problema que también comienzan a notar en la Asociación de Empresas Funerarias de Ourense. “Tenemos la certeza de que cada vez hay menos disponibilidad de nichos en los cementerios”. En palabras de Rubén Campo, esta situación no responde tanto a la falta de espacio en las necrópolis como a la falta de licitación por parte de los ayuntamientos. “Espacio hay para ampliar. Lo que pasa es que no hay licitaciones para agrandar nichos, sepulturas y columbarios, un problema que afecta principalmente a lo que son los cementerios de la ciudad”, comenta. Unos cementerios que afortunadamente no sufren problemas mayores de conservación ni de vandalismo. “En ese sentido no tenemos queja. No hemos notado ningún problema relacionado con el mantenimiento. Es un aspecto en el que se trabaja muy bien en Ourense”, comenta el presidente.

Futuro del sector

A pesar de que el sector no ha sufrido ninguna crisis reseñable, el descenso de la población y la baja mortalidad merma cada año los ingresos de las funerarias. “Mientras la población disminuye a las empresas nos aumentan los gastos. Debemos apostar por seguir dando un servicio de calidad, con buenos vehículos y respondiendo a las demandas de la gente”, comenta Campo.

La Asociación de Empresas Funerarias cuenta en la actualidad con 45 empresas, gran parte de carácter familiar y que cuentan con un futuro incierto. “Se puede dar el caso que alguna de las pequeñas empresas tenga que ser absorbida por otra, pero esto no quiere decir que el sector vaya a sufrir grandes cambios en los próximos años”, afirma el presidente de las funerarias ourensanas.