Una sentencia obliga a la inquiokupa de Coles a abandonar la casa y pagar 240 euros

La jueza de Instrucción 3 de Ourense, Eva Armesto, condenó a Delfina P.N. a abandonar la vivienda, ubicada en Meriz (Coles), en la que está como inquiokupa, ya que se negaba a abandonarla pese a haber sido cancelado el contrato de arrendamiento que le permitía vivir en la vivienda. En caso de que no se marche de la casa, le advierte de que se llevará a cabo su desalojo.

Según relató la acusación particular en el juicio, Delfina P.N. llevaba sin pagar el alquiler desde noviembre de 2020. Sin embargo, pese a no vivir en ella, había cambiado la cerradura e impedía el acceso a los propietarios. Para asegurarse de que estos no entrasen, explicó la perjudicada en el juicio, Delfina P.N. vigilaba desde la casa contigua, propiedad de su madre. “Me consta que ella vive en la vivienda colindante, propiedad de su madre. Todo esto lo está haciendo para causarnos el mayor daño posible, no puedo acceder a una casa que es de mi propiedad con los gastos que esto me ocasiona”, aseguró la denunciante.

La acusada negó durante el juicio haber firmado ningún documento de rescisión de arrendamiento, pese a mostrársele la firma que presentaba el contrato y que coincidiría con la suya. Además, afirmó que siempre pagó el alquiler, “primero por el banco y después les dejaba el dinero en el buzón”.

Sin embargo, la jueza no avala su versión y cree que el contrato de arrendamiento, que data de octubre de 2016, fue cancelado por mutuo acuerdo entre las partes. Por ello, condena a Delfina P.N. al pago de una multa de seis euros durante 40 días por un delito de usurpación. Además, la obliga a abandonar la vivienda.