Va de Barrios | Los vecinos de la Plaza 200 reclaman atención al Concello de Ourense

Los vecinos de la Plaza 200,en la zona sur del barrio de O Pino, reclaman mejoras de calado y demandan desde hace años más atención por parte del Concello de Ourense: “No somos ciudadanos de tercera”. En los bloques de edificios viven en torno a mil personas, que cruzan cada día una de las dos pasarelas que cruzan la N-120 y los une al resto de la ciudad. “La principal está hecha un desastre, se resbala, hay caídas continuas de vecinos. Cuando le echan sal todavía es peor, todavía se resbala más”, explica Yolanda Iglesias, vocal de la asociación vecinal As Termas.

Los habitantes de la zona deben utilizar estos accesos para casi todo tipo de trámites -los bloques de edificios cuentan con varias cafeterías y una pequeña tienda-, por lo que demandan con urgencia la reparación de los mismos. “La que más usamos, la más cercana, está oxidada y muy vieja, y la otra -más lejana- tampoco está cuidada”, apunta.

El autobús urbano, clave para poder conectarse con el resto de la ciudad, también les preocupa. “Tenemos miedo a que nos quiten frecuencias, ahora que ya no está aquí la estación de autobuses”, explican.

Paso de ambulancias

Los vecinos también reclaman la mejora de la calle D, lateral al bloque de edificios, ya que su estrechez dificulta el acceso de vehículos de gran tamaño a la Plaza 200. “Se quere entrar a ambulancia non pode, cando se construiu a estación de autobuses ao lado colleron parte da rúa, e quedou sen ancho suficiente”, detalla Isidro Durán, otro de los vocales de la asociación vecinal. Iglesias apunta: “Cuando se hizo esa obra ya se vió que no pasaba bien un camión de bomberos al interior de la Plaza 200, si hay un incendio, no pueden entrar para actuar desde dentro”.

Vivir junto a un solar

El solar de la antigua estación de buses acogerá la futura residencia de mayores de la Fundación Amancio Ortega, pero los vecinos dan cuenta de la falta de información sobre la situación del proyecto. “Desde hace más de un año estamos esperando, nadie vino a explicarnos a los vecinos en qué situación está, si ya se va a construir”, explica Iglesias.

Mientras las obras de construcción del centro geriátrico no arrancan, el solar continúa vacío, víctima de actos vandálicos. La única caseta que se mantiene en pie está cubierta de grafitis, y el entorno muestra claros síntomas de abandono, como maleza alta en las zonas verdes y basura desperdigada. De hecho, la asociación vecinal As Termas reclamó durante varios meses en 2022 la intervención de los técnicos municipales para limpiar el solar, pero nunca llegó.

Los vecinos también reclaman la limpieza del entorno de otra zona clave, el Camiño do Balneario, única ruta que los conecta con el espacio termal. “Antes había un señor que siempre limpiaba esta zona, se ocupaba él de todo, pero falleció, y desde entonces, nadie ha vuelto a ocuparse de desbrozar esto. Hay un montón de silvas y de maleza, y no las quitan”, asegura Yolanda Iglesias. “En la zona de arriba sí que limpian un poco, pero luego dejan todo hecho un desastre”, añade.

Además, los vecinos hablan del mal estado del propio camino, que dificulta el acceso para personas con movilidad reducida. “Tiene muchas piedras, es imposible que alguien con silla de ruedas pueda pasar por ahí”, apuntan. “Si queremos ir al Tinteiro o al río tenemos que ir por ahí, no tenemos otra zona por la que bajar”, detallan los inquilinos de la Plaza 200.