La Virgen de Os Remedios siempre tuvo compañía

La Virgen de Os Remedios estuvo toda la jornada de ayer acompañada por los fieles ourensanos, que no dejaron la talla sola en ningún momento durante la jornada final de la novena.

No faltaron en todo momento un mínimo de una veintena de ourensanos rondando la histórica capilla, que permaneció cerrada entre las eucaristías del día, alguna de las cuales dejó la imagen de un templo abarrotado, y una larga cola de asistentes en el exterior que buscaba cumplir con la tradición mariana que se remonta al siglo XVI, y más de una vez con peticiones relacionadas con la lluvia.

El tiempo acompañó, con una ligera brisa, lo cual facilitó el lleno de la carpa instalada en la explanada aneja al pabellón, aunque el momento grande fue la eucaristía de las 20:30 horas, donde los fieles acudieron a despedirse en la última oportunidad de asistir a una misa con la capilla abierta.

En familia

Quizá por la coincidencia este año del arranque del curso con la celebración, fueron varias las familias que acudieron a la carpa al mediodía para degustar pulpo y churrasco, no faltando tampoco los reencuentros entre vecinos y compañeros de aula tras las clases inaugurales o el descanso vacacional.

Más velas

A pesar del susto dado el pasado fin de semana al arder la estantería de velas y exvotos, del cual aún queda algún vestigio en forma de mancha negra sobre el muro lateral del templo; los soportes volvían a estar casi completamente cubiertos, aunque separados del edificio.