Pablo López y Rubén Domínguez, los técnicos pioneros en la Copa del Ourense CF

El Ourense CF cuenta las horas para la llegada del partido del jueves a las siete en O Couto ante el Athletic de Bilbao. Un día que ya quedará marcado en la historia de un equipo azulón que, cada temporada que pasa, sigue dando pasos hacia adelante.

La Copa del Rey está siendo una competición fetiche para el club de Oira. Pero todo tiene un comienzo y ese fue en la temporada 20/21 cuando disputaron la primera eliminatoria en su corta historia copera. Rubén Domínguez, ahora técnico del Pontevedra, fue el que más años dirigió al equipo al que entrenó en cinco categorías, desde Primera Regional a Primera Federación. Fue el pionero.

Aquel año le correspondió en suerte el Leganés, que acababa de descender de Primera División. Los azulones estaban en Tercera, pero le plantaron cara. Terminaron perdiendo por 0-1 en el minuto 114 de la prórroga, pero desde el minuto 50 habían jugado con uno menos por expulsión de Wadir. Dos años más tarde le tocó el Alcorcón y aún afinaron más. Tras el empate a uno final, con gol de Ebuka, perdieron en los penaltis. Aún hoy Rubén Domínguez tiene, “recuerdos muy bonitos porque habían sido dos partidos históricos para el club. La única espinita que me quedó fue no haber pasado una eliminatoria”. El año pasado vivió desde la grada la eliminación del Deportivo y el jueves espera estar en el campo viviendo una noche histórica: “Se puede ganar porque en el Ourense CF no existen imposibles. Hace diez años estábamos en Primera Regional y quien iba a decir que te ibas a enfadar porque te toca al Athletic. Creo que aún hay sitio para otra machada”.

El año pasado ya fue la locura, con Pablo López al frente, ahora en el Racing de Ferrol: “Cogimos la Copa con mucha ilusión y como algo a lo que agarrarnos, limpiar las mentes y darle minutos a los que menos jugaban. Nos sirvió para entender que si éramos capaces de ganarle al Deportivo podíamos hacerlo con cualquiera. Y luego el Valladolid y el partido con el Valencia”. Reconoce que “aún se me ponen los pelos de punta porque fueron recuerdos que nos quedan para siempre”. El jueves intentará estar en O Couto: “Se repite la historia. Se generó un ambiente que sigue latiendo y por qué no se va a soñar. Es deporte y no siempre gana el mejor, además la ilusión mueve montañas, aunque seguro que ellos se lo toman muy en serio y lo preparan muy bien”.