China fija sus aranceles definitivos en un 20% a Europa y deja fuera el jamón ibérico

China ha anunciado en la mañana de este martes que aplicará definitivamente aranceles de hasta un 19,8% a productos porcinos provenientes de la Unión Europea. Esta decisión se ha tomado después de la investigación por competencia desleal iniciada en 2024. La medida está considerada como una represalia a las tasas a sus vehículos eléctricos por parte de Bruselas. Estos aranceles afectarán directamente a España, como principal exportador que es de estos productos a China.

La decisión impacta sobre la carne de cerdo y la casquería procedentes de la Unión Europea, tanto en formato refrigerado como congelado, así como sobre la grasa porcina y los productos elaborados a partir de ella o de vísceras. Quedan fuera de estas medidas el jamón ibérico —emblema de la cocina española a nivel internacional— y los embutidos, cuya presencia en el mercado chino es muy limitada.

Conviene recordar que en junio de 2024 China puso en marcha una investigación por presunta “competencia desleal” contra determinadas importaciones europeas de carne de cerdo y derivados, en lo que se interpretó como una reacción a los aranceles aprobados previamente por la Comisión Europea. Tres meses después, en septiembre, Pekín anunció la aplicación de aranceles provisionales de hasta el 62% a estos productos. Las penalizaciones más severas recayeron en las empresas que no colaboraron con la investigación, mientras que las que sí participaron afrontan gravámenes del 20%, con excepciones para las compañías seleccionadas como muestra, cuyos aranceles se sitúan entre el 15,6% y el 32,7%.

España, el país más perjudicado

España figura entre los Estados miembros más afectados, ya que en los últimos años se ha convertido en el principal proveedor de productos porcinos a China. Destacan especialmente los despojos —como orejas, morros o patas—, con escasa demanda en Europa pero muy apreciados en el mercado chino.

Según datos del área de Comercio, los aranceles oscilarán entre el 4,9%, aplicado únicamente a la empresa española Litera Meat (una de las seleccionadas como muestra), y el 19,8%, que se impondrá tanto a las compañías que no cooperaron con la investigación como a la empresa neerlandesa Vion. En el caso de las firmas colaboradoras, entre las que se encuentran varias españolas como El Pozo, Sánchez Romero Carvajal, Argal, Campofrío, Noel o Friselva, el gravamen será del 9,8%.

Durante 2024, España exportó a China alrededor de 540.000 toneladas de productos porcinos por un valor de 1.097 millones de euros. Estas cifras representaron cerca del 20% del volumen total exportado y el 12,5% del valor de las ventas exteriores del sector, según datos de la patronal Interporc.

Aún está por determinar el impacto real de estas medidas en un contexto complicado por el brote de peste porcina detectado en la provincia de Barcelona. No obstante, China ha optado por mantener sus compras al conjunto de España, limitando las restricciones únicamente a esa región.

Respuesta a los vehículos eléctricos

La investigación sobre el sector porcino se enmarca en un conjunto más amplio de acciones comerciales adoptadas por China como represalia frente a la investigación antidumping y los aranceles que la Unión Europea impuso en octubre de 2024 a los vehículos eléctricos fabricados en el país asiático, una votación en la que España optó por la abstención.

Más allá de la carne de cerdo —el alimento cárnico más consumido en China—, Pekín ha iniciado investigaciones antidumping o antisubvenciones contra otros productos europeos, entre ellos el brandy y ciertos derivados lácteos. Estas decisiones se suman a otras fricciones en las relaciones entre China y la UE, como los controles a la exportación de tierras raras y materiales estratégicos, las quejas de empresas europeas por las barreras de acceso al mercado chino o los desacuerdos en torno a las cadenas de suministro.