PREMIO FORQUÉ
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Saxofonista y compositor, Diego Alonso (Vigo, 1988) fundó en 2021 el quinteto de Jazz Nihil. Ampliamente conocido en la escena jazzística tanto gallega como portuguesa, Alonso y su grupo están a punto de lanzar su primer LP, en digital y en vinilo, “Nihil”, grabado en Matosinhos los días 16 y 17 de noviembre de 2023 y que llegará al público gracias a una acción de crowdfunding que está llevando a cabo en la plataforma Goteo, con temas que ha ido componiendo a lo largo de los últimos diez años.
¿Cómo nació Nihil?
Se fue gestando desde que monté el quinteto que tuvo el primer concierto para un ciclo que organiza Eixo do Jazz que se llama Jazz na Caixa, en la Casa das Artes de Vila Nova de Famalicão y luego en la Sala Sinattra de Vigo. Esto fue en octubre de 2021. Ahí empecé a juntar algunos de los temas del disco. Luego tuvimos otros conciertos más en salas como Clavicémbalo, de Lugo, Jazz Filloa de A Coruña, Ames Jazz de Bertamiráns, MUMI, de Tui y fuimos dándole más forma a estas composiciones mías. La más antigua es de 2014, de cuando estaba estudiando en Oporto y la más reciente, de 2021. Creo que representan las ideas musicales que fui adquiriendo a lo largo del tiempo, tocando tanto jazz, que ya de por sí es un género bastante abierto, como con otras bandas con las que estuve que son más de rock, soul, funk o incluso reggae. Hay muchas influencias de todas estas músicas, pero tiene una coherencia tanto estilística como estética y una gran diversidad de texturas y técnicas.
¿Cómo fue la elección del quinteto?
Cuando era chaval imaginaba con quiénes me gustaría formar grupo, te puedes imaginar. Era como cuando coleccionabas cromos de futbolistas. Cuando llegó la hora de hacer esa elección de verdad, primero hice recuento de los que estaban disponibles en Galicia y me gustaban mucho y luego fui seleccionando. Virxilio da Silva es uno de los guitarristas que veía tocar cuando era adolescente y me parecía increíble. Xan Campos al piano, lo mismo. Ambos están muy consolidados dentro de la escena del jazz y fuera de ella y son músicos que adoro y aportan una parte sonoridad que yo quería tener en la banda. El contrabajista Pablo Patiño es un músico con el que había coincidido en los últimos años y un gran artista más allá de la música como se puede ver por las láminas que hizo para este proyecto. Y Antón Quintela es un baterista gallego que reside en Porto y al que conocí en mi época en la ESMAE (Escola Superior de Música e Artes do Espectáculo de Oporto) y con el que toco habitualmente. Todos tenemos un vínculo común que es el Seminario de Jazz de Pontevedra, que nos ha permitido tener esa misma visión del jazz. Unas cosas más americanas, otras más europeas, por hablar de las dos corrientes o escuelas más generalistas.
¿Y Nihil está más cerca de lo americano o de lo europeo?
Este disco está más cerca de la corriente europea, como es lógico y no tenemos la misma tradición musical de los americanos, que dicho sea de paso tienen un swing increíble. Tiene algunas trazas de música americana, pero es más europeo por el tipo de composición. Yo creo que es un disco fácil de escuchar, pero quien quiera poner el oído un poco más fino puede encontrarse con algunas ideas que espero que le sorprendan.
El nombre, “Nihil” tiene una carga muy filosófica.
Sí. Nihil, significa nada. De la nada es a partir de donde nace todo. La nada puede significar muchas cosas. El vacío del universo, el vacío existencial, un vacío interior, una ansiedad y también una manera de decir que no hay verdades absolutas. Que las verdades son a veces relativas e individuales y a algunas personas no las dejan avanzar porque se enredan en peleas, en disputas y parece que sigue habiendo un conflicto entre lo individual y lo colectivo y aunque pensemos que nuestra idea es la más importante, no es nada.
¿Cómo entró en usted la pasión por la música?
En casa. Mi hermano mayor también es músico fue quien me metió el veneno. Había un tecladito en casa, también una guitarra, que era de mi padre, y a los diez años empecé a tocar el saxo cuando entré en la escuela municipal de música de Vigo. Luego pasé al conservatorio de Vigo mientras estudiaba, primero bachillerato y luego enfermería. Acabé enfermería y me fui al conservatorio profesional de Santiago para estudiar jazz, luego en el seminario permanente de Pontevedra y luego en la ESMAE de Oporto que fue donde estudié el superior de Jazz. Luego volví y empecé a tocar.
¿Siempre pensó en el jazz?
Desde muy pequeño. El jazz te hace muy libre y, sobre todo, te ayuda a comprender otras músicas. El jazz te suelta de la partitura, te invita a improvisar y eso de facilita mucho poder tocar en otros estilos. No solo es que me guste como estilo, también es una muy buena herramienta para poder tocar cualquier otro.
¿Y el saxo?
Ahí entró en juego el azar. Es cierto que me gusta el instrumento y cuando me apunté en la escuela de música me había apuntado con guitarra y con saxo. Si fui al saxo fue porque no había plaza en la de guitarra. En fin, es uno de los hechos que refuerzan mi idea de que lo aleatorio también define muchas veces nuestra vida, siguiendo la línea que explica Jacques Monod en su libro “El azar y la necesidad”. Si me hubieran elegido en guitarra en la escuela municipal a lo mejor ahora sería guitarrista.
¿Tiene algún saxofonista de cabecera, alguno que le guste especialmente?
Sí, muchos, sobre todo de jazz. Charlie Parker. Yo empecé con un saxo alto y él es el padre de los saxos altos. Lester Young, en el tenor, John Coltrane, Hank Mobley, Stan Getz… de esa época me gustan muchos. De los contemporáneos, Chris Cheek, Seamus Blake, y hay un saxofonista portugués que me parece increíble que es Zé Pedro Coelho. ¡Bueno! Y Joe Lovano, que es el amo.
¿Y qué pasó con la enfermería? ¿Llegó a ejercer?
¡Acabé la carrera y no volví a pisar un hospital! Tengo la inmensa suerte de que vivo de tocar el saxo. Sé que es una suerte. Estoy en un montón de proyectos muy diferentes. Estoy ahora con este disco que saldrá, espero que pronto pero toco en bandas tributo, una de Dire Straits, otra de Pink Floyd, en la Orquesta Galega de Liberación, bandas de jazz y algunas clases.
¿Cuándo saldrá el disco?
Estamos ultimando la mezcla y el master. En un par de semanas estará. Subiremos un single a las plataformas primero y luego depende de la fábrica de vinilos. Espero que esté en verano. Me gustaría que fuese en junio o julio. También va a depender de cómo vaya el goteo de crowdfunding, que, de momento, va bien.
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