El nuevo Consulado de Camagüey que viene para aliviar la presión consular de La Habana y agilizar los trámites de los españoles

El Gobierno refuerza su red consular en el exterior con una decisión que apunta directamente a uno de los grandes cuellos de botella de la acción exterior española: la atención a una ciudadanía cada vez más numerosa y dispersa fuera del país. La creación de dos nuevos consulados generales, en Camagüey (Cuba) y Bangalore (India), responde menos a una novedad administrativa que a una necesidad acumulada durante años.

En el caso de Cuba, la apertura del Consulado General en Camagüey supone un reordenamiento territorial de la atención consular, pensado para aliviar la saturación del consulado de La Habana y acercar los servicios a miles de españoles y descendientes que residen en el centro y oriente de la isla. Una medida especialmente relevante en un contexto de comunicaciones limitadas y de creciente demanda de trámites vinculados a nacionalidad, inscripciones y visados, en plena aplicación de la Ley de Memoria Democrática.

Algo similar ocurre en la India, donde la puesta en marcha del Consulado General en Bangalore refleja el desplazamiento del eje económico y tecnológico del país hacia el sur. La nueva sede permitirá mejorar la atención a la comunidad española y, al mismo tiempo, reforzar la capacidad de expedición de visados en una de las regiones con mayor dinamismo industrial, tecnológico y turístico del país, complementando el trabajo que hasta ahora asumían Nueva Delhi y Mumbai.

Más allá de los decretos, ambas decisiones dibujan una misma realidad: una España con más presencia exterior, pero también con mayores exigencias para su red consular, obligada a adaptarse al crecimiento de la emigración, del turismo y de las relaciones económicas internacionales.