Graves disturbios en México tras el asesinato de otro alcalde amenazado por el narco

A pesar de las frecuentes amenazas del cártel Jalisco Nueva Generación, las autoridades federales no habían atendido la petición del alcalde de Uruapán (Michoacán), Carlos Manzo, de contar con protección adicional. Así es que su asesinato a tiros durante un acto público el sábado por la noche ha motivado protestas en la capital del Estado, Morelia, que han desembocado en graves disturbios tras la irrupción de los manifestantes en el palacio gubernamental.

La protesta, que apelaba a todas las personas "inconformes", que "ya no quieren callar" ante "la corrupción, la violencia y el abandono" por parte de las autoridades, reivindicaba "un México justo y sin miedo" desde el convencimiento de que "cuando el pueblo despierta, la impunidad tiembla".

Unas dos mil personas congregadas bajo esta idea reclamaron "justicia" y la dimisión de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, pero la situación se descontroló cuando parte de los manifestantes entraron en el edificio público y arrojaron parte de su mobiliario por la ventana al grito de “¡Carlos no murió, el gobierno lo mató!". Los disturbios concluyeron con varias personas detenidas y con denuncias de brutalidad policial debido al lanzamiento de balas de goma y gas lacrimógeno.

Por su parte, en el acto fúnebre, la viuda de Manzo llamó a los padres de familia a educar a sus hijos para evitar que se involucren en el crimen organizado, al tiempo que arengó al pueblo a continuar la lucha de su marido frente al narco. "Le digo al pueblo de Uruapán que no decaigamos, que nos unamos, que nos levantemos como a él le hubiese gustado", concluyó frente a los numerosos asistentes.

El gobernador de Michoacán, un "asesino"

El grupo de manifestantes que consiguió acceder al interior de la sede del gobierno de Michoacán, además de destruir muebles y cristales, realizaron pintadas en contra del gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, a quien le achacan no haber proporcionado a Carlos Manzo el apoyo en materia de seguridad que había pedido. También Bedolla fue despedido entre insultos de "asesino" del funeral del alcalde de Uruapán.

Protección del alcalde de Uruapán

A este respecto, el secretario de Seguridad mexicano, Omar García Harfuch, ha informado a los medios de comunicación de que la Guardia Nacional tenía asignados 14 elementos que completaban la seguridad de Manzo, inicialmente a cargo de la Policía Nacional y de personal de su confianza.

Sin embargo, como ha declarador, "los agresores aprovecharon la vulnerabilidad de un evento público para perpetrar el ataque" en el que dispararon seis veces contra el alcalde, que llegó con vida hasta el hospital. "Tengan la certeza de que no habrá impunidad, llegaremos hasta las últimas consecuencias para que este acto cobarde sea plenamente esclarecido y todos los responsables sean detenidos", ha prometido.