La UE mantendrá congelados sine die los 210.000 millones de euros de activos rusos

La Unión Europea ha alcanzado un acuerdo para la inmovilización indefinida los 210.000 millones de euros de activos rusos congelados en suelo de la Unión Europea, un paso previo para reforzar las salvaguardas antes de recurrir a la liquidez de estos activos para financiar un préstamo para Ucrania que los líderes europeos esperan consensuar en la cumbre de la próxima semana.

El acuerdo de una "aplastante mayoría" de socios, según han informado a Europa Press fuentes comunitarias, ha servido para prohibir cualquier transferencia de los activos a Rusia mientras continúe la guerra, con arreglo a esa cláusula excepcional que puede activarse por mayoría cualificada.

La posibilidad de optar por este mecanismo que no requiere unanimidad permite a los europeos sortear la continua amenaza de veto que Hungría presenta cada vez que se debe tomar una decisión de calado respecto a Ucrania, incluida la prórroga cada seis meses del paquete de sanciones por las que permanecen congelados los 210.000 millones de euros de activos del Banco Central Ruso alojados en entidades depositarias europeas.

De hecho, tras tomarse esta decisión, el gobierno de Viktor Orbán ha publicado un duro comunicado para dejar claro que se opone de plano a la decisión "sin precedentes" que supone prorrogar las sanciones contra Rusia utilizando "una base legal incorrecta", la que permite eludir la obligación de unanimidad.

En todo caso, con este acuerdo se da un paso más hacia el uso de la liquidez de los activos en cuestión para financiar un préstamo de reparación de 90.000 millones de euros; una ayuda que Kiev sólo tendrá que devolver si Moscú pone fin a la guerra y compensa al país económicamente a la altura de los daños provocados. Y que, como ha recordado la presidenta comunitaria, tampoco requiere unanimidad de los Veintisiete.

¿Habrá acuerdo?

Por el momento, Bélgica ya ha dejado claro que se opone a esta medida por temor a que las represalias rusas tengan graves repercusiones sobre su país, donde se encuentra el grueso de los fondos rusos; y también Eslovaquia rechaza cualquier vía que implique seguir financiando a Ucrania.

Su primer ministro, Robert Fico, ha enviado una carta a los presidentes de la Comisión y el Consejo europeos en la que defiende que lo oportuno ahora es respaldar los esfuerzos de paz liderados por Estados Unidos. No se trata, por tanto, de "buscar excusas financieras ni legales", ya que su postura obedece a una "política de paz" que le "impide votar a favor de prolongar el conflicto militar". "Y proporcionar decenas de miles de millones de euros para gastos militares es prolongar la guerra", recoge la misiva.

Además, el dirigente eslovaco avisa de que usar los activos rusos congelados "podría poner en peligro directamente los esfuerzos de paz de Estados Unidos", puesto que Washington tiene el ojo puesto en estos fondos para la reconstrucción de Ucrania.