Opinión

Un nuevo mapa judicial de Galicia

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, está decidido a impulsar una nueva Ley de Demarcación y Planta Judicial que venga a modernizar los actuales partidos judiciales y encauce la concentración en las capitales de provincia de las funciones y órganos jurisdiccionales. Ahora bien, sería un error de partida esta contumacia en seguir haciendo girar las ruedas de la maquinaria judicial sobre esa entidad territorial que es la provincia. Aunque el proyecto, todavía en sus albores, no puede implicar para Galicia que indefectiblemente se vayan a suprimir demarcaciones judiciales propias, como son las de Santiago, Vigo o Ferrol, sí que de alguna manera, como es natural, va a afectarlas.

Y es que en el ministerio tienen que tener en cuenta que nuestra Comunidad Autónoma presenta unas características territoriales muy singulares, que hay que atender a la hora de cualquier iniciativa de reforma en materia de organización territorial, y más aun en el ámbito de la Justicia. La consideración de que nuestra población se distribuye sobre más de 30.000 núcleos no ha sido tenida prácticamente en cuenta ante las necesidades de la organización judicial en nuestro territorio. 

Mi padre, Alfonso Villagómez Rodil, actualmente magistrado jubilado del Tribunal Supremo, diseñó a finales de los años 50 del siglo pasado lo que constituiría el primer mapa judicial de Galicia. Sus ideas y propuestas, que están perfectamente vigentes, deben ser retomadas y tenidas en consideración por el nuevo Gobierno de la Xunta de Galicia que surja de las elecciones del próximo 4 de abril, al que le competerá informar preceptivamente sobre este nuevo mapa judicial gallego, que es la demarcación de los juzgados y tribunales.

 Porque la voz gallega tiene que sonar con fuerza, y con buenas razones, cuando llegue el momento de que el proyecto ministerial se traslade a un texto legislativo para su debate en las Cortes Generales.

Te puede interesar