Opinión

“El concepto FGA” : Tras la A, la B y la C, llega la D con anexo del policalendario

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“Vamos a llevarnos bien...” , decía Manquiña en Airbag antes de poner sobre la mesa unos contundentes argumentos en forma de “A: lo mismo te digo una cosa que te digo la otra” y “ten cuidado, no te vaya a venir la C”.

En este caso, el elocuente protagonista de esta historia, tan real como la vida misma ha presentado la cuarta versión de su calendario. En una entrevista a los ocmpañeros de Si Rally, el presidente de la FGA no solo se dedicó a repartir guantazos dialécticos a todos los “críticos con tiempo libre” como si de Bud Spencer se tratase, también recordó el buen material del que dispone la Federación y ya de paso recordó que eso de las licencias, es algo voluntario, no sin recordar el titular (de forma errónea) de una de las opiniones escritas en La Región al respecto.

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Y como no, de nuevo como un acto casual, lo mismo que el aleteo de una mariposa puede causar un huracán en el otro lado del mundo, las tres primeras versiones del policalendario se borraron de un plumazo de la web y surgió la nueva versión, más comprimida (8 semanas consecutivas entrenando o corriendo rallys en el gallego) y con algunas ausencias en varias disciplinas.

Todo ello aderezado con un documento anexo en el que deja a disposición de los organizadores renunciar a su fecha de la temporada 2020 por cualquier motivo. Movimiento brillante y que sin duda no deja nada a la improvisación. Tampoco hace falta ser muy perspicaz para entender que una prueba que no se disputa en el año natural, el año siguiente no dispone de una cosa muy importante para seguir adelante. Y no, no es una fecha en el plurivariable y multicolor calendario autonómico.

Quizá influyó el hecho de que no se puedan colar pruebas de 2020 en 2021 tal y como informó RevistaScratch por una decisión de la Xunta, o que la versión A saltó por los aires apenas unos días después de publicar las opciones. Es algo que no se puede saber, básicamente porque en la FGA es difícil saber cualquier cosa que no esté publicado en el ‘flamante’ tablón de anuncios de “Derradeiros comunicados”.

El caso es que, cuando se confunden churras y merinas o se mezclan tocino y velocidad, se corre el riesgo de pensar que todo lo que te dicen o lees (regular) es una crítica destructiva, convirtiendo en veneno todo lo que sale por la boca y terminando por mosquear a todas las partes. Por eso resulta de agradecer que el sentido común lo aporten los organizadores de las pruebas del Gallego, que viven a pie de calle la realidad de lo que se viene encima, que no es ninguna broma y va más allá del distanciamiento social, los 50 aficionados en una curva de Saborida o de parecer los protagonistas de Breaking Bad con mascarillas caminando por un descampado.

Organizar pruebas sí, pero no a cualquier precio. Esa es la premisa que marcan los que se juegan sus cuartos y prestigio a la hora de celebrar un evento. Todos queremos pruebas y competición, desde la prensa a los aficionados, pasando por organizadores y deportistas, pero con garantías y sin dejar todo vacío como un solar.  Y el que no lo quiera ver así muy poco quiere a este deporte. La capacidad para argumentar del presidente de la Escudería Lalín Deza desarmó todas las ¿explicaciones? que salieron el día anterior por la boca del presidente de la FGA, más centrado en repasar redes sociales, controlar quien y como dice las cosas y de mandar palomas mensajeras a los que se atreven a hablar, que de pensar si lo que dice es racional o no.

Porque de poco o nada sirve mantener todo en marcha, si vas a comprometer de forma seria el siguiente año, que sin duda será igual o más duro que este.

Noite pecha, que diría alguno.

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