Otro baile para Cenicienta

El jueves, a las siete de la tarde, Ourense volverá a ponerse el disfraz de cenicienta y soñar con que es parte de un mundo que siempre ha tenido que ver desde la tele y que le parece tan maravilloso como imposible. Nunca ha estado en Primera División esta provincia, ni cerca de estarlo. Aquí el fútbol de máximos ha llegado cuando la bolita de un sorteo ha querido y porque los clubes (CD Ourense, CD Arenteiro, UD Barbadás y Ourense CF) han hecho méritos para meter su nombre en una de ellas.

Días festivos en los que siempre acaba sonando el reloj y volviendo el balón a convertirse en calabaza.

Un equipo que responde al nombre del club, pero que representa a una ciudad en la que no hay nada más importante que su equipo. Es otro fútbol.

La falta de tradición y de éxito de forma continuda, que son el único camino posible para hacer afición, le guste a quien le guste, hacen que Ourense responda a la llamada del fútbol más por el rival que viene en el cartel que por el equipo local. Por eso, este jueves O Couto volverá a tener que ampliarse con una grada supletoria para completar el aforo en un campo en el que en los partidos de domingo es suficiente una de las tres gradas que tiene.

Esto será otra historia. Habrá cerca de 10.000 personas y la mayoría animarán “Ourense” sin ser determinante el escudo en la camiseta y pensando que es posible eliminar a un rival que es todo lo contrario. Un equipo que responde al nombre del club, pero que representa a una ciudad en la que no hay nada más importante que su equipo. Es otro fútbol.