Opinión

Tiempos modernos

Primero fue Fritz Lang con su filme Metrópolis (1927) -uno de los pocos filmes considerado Memoria del Mundo por la Unesco-. Luego el genial Charles Chaplin con "Tiempos Modernos" (1936), que enfatiza en mostrar la forma como el maquinismo y el capitalismo le quitan la humanidad a los trabajadores. Ambas nos permitieron observar los cambios que trajo consigo la Revolución Industrial. Que no fueron solo económicos. Las condiciones sociales y culturales de la humanidad cambiaron en su totalidad, lo que adaptó la sociedad a un mundo moderno gobernado por las máquinas. Momento que coincidió con el despertar de los derechos sociales.

 ¿Qué estamos contemplando ahora? Por supuesto un terrible desastre, pero también asistimos al que tal vez sea el gran momento de la innovación tecnológica. ¿Se imaginan como sería este momento sin internet? En nuestra reclusión hacemos las compras, trabajamos, nos entretenemos... perdimos el miedo a las nuevas tecnologías. Es la innovación que llegó para quedarse y redefinir nuestra forma de movernos por el mundo. Se acabó el mundo analógico. Nuevas tecnologías que traerán nuevas riquezas y también un deseo, su correcta distribución. Que nadie quede descolgado.

Catástrofe que a modo de espoleta despierta una conciencia de vulnerabilidad que está modificando nuestros hábitos. El resurgimiento de valores que nos hacen más fuertes como la afectividad o la solidaridad. Y un propósito por cumplir: mejorar, fortalecer los niveles de protección social. También la cooperación y la corresponsabilidad. La magnitud de este inesperado desastre requiere un mundo empresarial más arraigado en la sociedad. Ser parte de la solución como ya son muchos los casos conocidos y no como esencia de crispación al amparo de espurios intereses políticos. Si algo tiene este maldito coronavirus es que ataca a todos por igual. El número de contagiados, más aún el de víctimas, no tiene "valoración" posible. Mucho dar y mucho tener no puede ser.

"Los hombres no tienen miedo de las cosas, sino de la forma en que las ven" (Epicteto). Seguro que el rastro de la relación recíproca entre quienes evocan polos opuestos del pensamiento sobre la elaboración de la política económica retoma actualidad: John Maynard Keynes, el economista de Cambridge que argumentaba que el Estado tenía el deber de invertir en gasto público para así reactivar la economía en su antagonismo con el economista, de la escuela austríaca, Friedrich Hayek, defensor del capitalismo liberal. Es la diferencia entre la izquierda y la derecha. Contradictorias a la vez que complementarias. ¿Se entiende ahora aquello de los ciclos?. Lo necesario es que en la "gobernalidad" de cada período haya el "entendimiento" preciso. Sin aforismos ni deslealtades.

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