El carismático emprendedor social

Publicado: 01 dic 2024 - 00:25

Para mí la palabra que define a don Benigno es carisma, porque ha sido una persona que ha demostrado con su tesón y trabajo que los proyectos se hacen realidad si hay voluntad. Esta determinación le ha conferido el papel de ser un emprendedor social que puso su talento y conocimiento al servicio de obras colectivas, con el propósito de crear proyectos sociales ideados para personas mayores o aquellas con alguna discapacidad. Su visión ha sido la de construir Galicia desde el rural, rescatando sus potencialidades y dando vida a miles de pueblos donde las residencias son centros sociales de vida y de oportunidades laborales.

No puedo hablar de don Benigno en pasado porque realmente él sigue vivo en la Fundación San Rosendo, igual que su pasión y su gran legado. Hace 27 años, con motivo de la prestación social sustitutoria, llegué a la Fundación sin conocer más que un centro de discapacidad, la Residencia Valverde, que no relacionaba con ninguna organización. Conocer, convivir y colaborar con don Benigno cambió mi futuro, a priori, ligado a la enseñanza, a la fiscalidad o a la banca para transformarlo en un futuro vinculado con el servicio a las personas más desprotegidas.

No puedo hablar de don Benigno en pasado porque realmente sigue vivo en la Fundación San Rosendo, igual que su pasión y su legado

La obra de don Benigno, la Fundación San Rosendo, es su respuesta a un problema asistencial del que la sociedad gallega no había tomado conciencia y, al mismo tiempo, al abandono del medio rural, proponiendo soluciones pioneras desde Orense para hacerlas extensivas al resto de la Comunidad Autónoma. En esta línea también se enmarca el desarrollo de la provincia de Ourense a través del termalismo, como puesta en valor de un recurso local para la creación de empleo en zonas despobladas y como apoyo a la labor asistencial de las residencias de personas mayores y con alguna discapacidad.

Como todo emprendedor social con impacto, supo aplicar la inteligencia para adaptar un proyecto a la realidad y para transmitir sus valores católicos a un equipo de colaboradores fiel, trabajador y competente que, a su lado, le ayudó a poner en marcha sus proyectos.

Don Benigno practicaba la cercanía y la empatía. Siempre disponible para visitar todos los centros y hablar con los profesionales, saludar a usuarios y para recibir a las familias y responder al teléfono. Especial era la proximidad y la escucha que practicaba con los profesionales de los centros, consciente de que son “las manos”, “la fuerza” al servicio de los demás.

Solo conociendo a don Benigno se puede entender que fuese capaz de construir, desde cero, un proyecto social transformador; primero, desde Cáritas y, más tarde, desde la Fundación San Rosendo. Una entidad que atiende las necesidades de 3.800 personas en Galicia, gracias a la encomiable implicación de 2.300 profesiones que, todos los días, abren las puertas de 73 centros, el 85 % de ellos en localidades del rural.

Desde la Fundación solo podemos dar las más sinceras gracias por su generosidad al compartir su proyecto de vida con todos nosotros. Y asumimos el compromiso de impulsar su legado. La Fundación San Rosendo será el fiel reflejo de su visión y de su legado. Una invocación a vivir una vida con calidad, sustentada en el desarrollo integral de las personas, mediante la participación activa en la sociedad.

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