Carlos V algo intuyó en Extremadura

Publicado: 27 dic 2025 - 01:10

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Cuando en 1555, estando en Bruselas, renuncia a sus cargos en favor de su hijo Felipe y de su hermano Fernando y, un año después, emprende el que será su último viaje a España, se retira en el palacio construido al lado del Monasterio de Yuste, en la comarca de La Vera, en Cáceres. Hablo de Carlos V. Los motivos de su renuncia y la elección de Yuste tienen hipótesis, siendo la más verosímil la de que, sintiéndose enfermo, no se veía capacitado de gobernar unos dominios tan amplios. Le gustó Yuste porque quería estar al lado de un monasterio jerónimo; y, padeciendo gota, le gustaba la carne de caza, nada recomendada por su padecimiento. Aún así, Carlos V escogió La Vera, Extremadura. A mí personalmente también me encanta Extremadura y sus gentes. De hecho mi tarjeta sanitaria lleva el prefijo 10, inequívoco de la provincia de Cáceres, por haber comenzado allí mi vida laboral sanitaria.

Hubo elecciones el domingo 21D. Elecciones a cara de perro. Sí, ya que la presidenta María Guardiola, hartita de los tropiezos con Vox, al punto de que ni le resultaba un socio de fiar para confeccionar y aprobar presupuestos, da un golpe de mano y convoca elecciones a mitad de legislatura. Con tal medida ni contentó a todos ni dejó indiferente a nadie. María, antes de andar dejando pasar y perder el tiempo, y andar a salto de mata durante dos años más, sin el proyecto económico que otorga el documento presupuestario, hizo lo que otros no se atreven por el miedo seguro a perder la poltrona. La crítica socialista al adelanto electoral fue sencillamente por no tener candidato; y a las pruebas me remito, al tener que llevar en “cabeza” a un triste procesado. Siendo mucho decir de “cabeza”, ya que el que hizo de “cabeza de cartel” fue Sánchez Pérez-Castejón, que se implicó a destajo en Extremadura. Y qué ocurrió: Los peores resultados de la historia para los socialistas extremeños, un feudo siempre afín al socialismo. Fracaso tan estrepitoso como histórico del socialismo sanchista.

España necesita un tiempo nuevo y Extremadura ha sido un nuevo inicio

¡Pues sí! Celebradas las elecciones, el ganador incontestable fue el PP, sumando más que toda la izquierda, aunque siga dependiendo de Vox. Si Guardiola pretendía desprenderse de Vox, no lo consiguió y, ahora, lo encontrará más crecido y altivo. Fue lo que se dice ir a por lana y volver trasquilado, pero María fue honesta al consultar con los extremeños, ganó sin paliativos y hundió al socialismo sanchista.

Dos hombres y un destino. Porque hablando de la política extremeña, sin embargo, comenzamos el titular con el rey Carlos V y su fervor por Extremadura que, aun sin conocerla, se traslada a vivir, y disfrutar de lo que le queda de vida, en aquella tierra -doy fe que corren buenos aires, se come bien y hay buena gente-; hasta parece que el otro auto emperador, el auto genio, Sánchez Pérez-Castejón, después de colocar a su hermano en la Diputación de Badajoz, tomó cartas en el asunto y se plantó en Extremadura a llevar la campaña electoral. ¿Por querencia de Sánchez a Extremadura? ¡No!, para vivir sus últimos días, sino para intentar lograr un golpe de efecto, obtener buenos resultados y demostrar que aún hay hombre. Por eso Sánchez, al contario de Carlos V, intentó aprovecharse de Extremadura involucrándose personalmente en la campaña para obtener el aval, desde Extremadura, para todos sus desmanes. Aunque al comprobar los resultados se ve políticamente un presidente muerto. ¡Gracias Extremadura! A diferencia de Carlos V no se quedará en Yuste ni en otro Monasterio, sea de los Jerónimos o de los jesuitas. Carlos V escogió, sintiéndose débil y con pocas fuerzas para continuar gobernando, establecerse en Yuste.

España necesita un tiempo nuevo y Extremadura ha sido un nuevo inicio. ¡Qué bien Extremadura! “Tierra de emperadores”, por dos razones: el destino final del Emperador Carlos V, y, también, tierra de grandes conquistadores, como Cortés y Pizarro, que llevaron el nombre de España por el mundo. ¡Qué bien Extremadura!, porque un emperador ficticio labró su final en Extremadura, cuando pretendía lo contrario, aprovechándose de una buena tierra y mejor gente. Pero todo cansa y todo tiene un final.

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