La carta de la señora Malmström

La señora Malmström ha escrito una carta al Gobierno español mostrando su preocupación por la tragedia de la playa del Tarajal, donde quince inmigrantes perdieron la vida cuando intentaba llegar a la costa española y al parecer, según distintas ONG fueron repelidos por la Guardia Civil con balas de goma.

Teniendo en cuenta que la señora Malmström es la comisaria de la Unión Europea encargada de la Política Interior, su carta no es una carta cualquiera. Hace bien la señora Malmström en pedir explicaciones, pero además de pedirlas al Gobierno español debería de promover una debate en el seno de la Unión sobre la política de inmigración. Porque lo que no es de recibo es la enorme hipocresía que gastan los dirigentes europeos que exigen que las fronteras estén selladas para todos aquellos que no sean ciudadanos de la Unión.

A mí me parece que, efectivamente, tiene que ponerse en marcha una comisión de investigación para saber qué pasó exactamente en la playa ceutí del Tarajal y que si es verdad, como parece, que los inmigrantes que intentaba llegar a la playa fueron recibidos con disparos con pelotas de goma, los responsables tienen que asumir la responsabilidad. Es indigno de un país democrático un suceso como este.

El director general de la Guardia Civil ha cometido varios errores, el primer negando las evidencias, el segundo no tomando inmediatamente la decisión de investigar lo sucedido. Si Arsenio Fernández de Mesa hubiera dicho desde el minuto uno que iba a poner en marcha una investigación en vez de negar que hubiera sucedido nada, seguramente ahora el ministro y el Gobierno no estarían en entredicho. Pero se equivocó.

Y no se trata como dice el presidente Rajoy de que hay quienes cuestionan a la Guardia Civil. Lo que se está cuestionando es un hecho concreto no a toda la Guardia Civil ni la labor de la Guardia Civil, que en tantas ocasiones hemos visto salvando a inmigrantes que llegan en pateras. Pero ese día alguien dio la orden de actuar con la contundencia que se actuó y eso es lo que hay que aclarar. De manera que el presidente Rajoy tendrá que admitir que en una democracia hay que cuestionar los comportamientos erróneos, sean de quienes sean, y más si han podido costar la vida a quince personas. No se trata de prejuzgar nada, pero sí de saber exactamente qué sucedió en la playa del Tarajal y si alguien actuó incorrectamente que asuma su responsabilidad.

Ya digo que la señora Malmström debería de empezar por promover un debate serio sobre la inmigración. Hay miles de personas que huyen del hambre y la miseria, que para llegar a Europa, y desde mi punto de vista están en su derecho de soñar y pretender una vida mejor que creen que pueden encontrar en esta parte del mundo.

Esas personas, esos inmigrantes son víctimas de las mafias, de los tratantes de seres humanos y es contra esas mafias contra las que tiene que luchar la señora Malmström. Pero hasta ahora la UE no ha desarrollado ninguna política eficaz contra las mafias. Es más fácil escribir cartas que naturalmente tienen que tener debida respuesta porque resulta terrible que quince personas hayan encontrado la muerte cuando lo que buscaban era una vida mejor.

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