Ciento y la madre como rutina

Publicado: 23 oct 2024 - 00:38

Se podía aplicar aquello que reza la canción de “y el resultado nos da igual”. O casi. El partido copero en el Pazo aparecía en el calendario como un paréntesis en la ilusionante marcha liguera del COB. Una mezcla de compromiso y molestia en la que el objetivo principal era no lesionarse, el objetivo secundario era no lastimarse y también era fundamental no hacerse daño. Lo mismo, básicamente. Se cumplió con eso. Con eso y con repartir minutos entre la plantilla para que la confianza suba enteros antes de que llegue la batalla de verdad de esta semana.

Los ourensanos volvieron a sobrepasar la centena de puntos. Estar ahí, superando o rondando los tres dígitos se está convirtiendo en una rutina para los de Moncho López. Ante un rival de inferior categoría y con el viaje en el día, tiene más de continuidad que de mérito loco. Pero hay que hacerlo. Atrás le gustó menos la cosa al técnico. No viene mal refrescar cosas y, sobre todo, hacerlo desde las victorias, que parece que cala más en el plantel.

Un día para que Aanen Moody se desquitase de su testimonial presencia en Menorca a base de puntos y para que Samu Rodríguez cargase el depósito de moral. Necesario. Y todo eso lo vieron un número de incondicionales a los que le gusta el café para muy cafeteros. Porque el sábado será otra historia muy distinta. En la pista y en la grada. A unos les costará más ante Gipuzkoa, pero tendrán un apoyo incondicional de un Pazo que será una caldera. Vayan con tiempo para aparcar, que va a hacer falta.

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