Pilar Cernuda
LAS CLAVES
Comienza la pelea por los gobiernos regionales
LAS CLAVES
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo inician la nueva aventura autonómica con la que intentarán, uno y otro, sentar las bases para mantenerse en Moncloa, en el caso de Sánchez, o alcanzar La Moncloa en el de Núñez Feijóo.
Cualquier político sabe que un buen resultado electoral en autonómicas y municipales es la mejor catapulta para ganar después las generales. Los primeros que lo supieron fueron los dirigentes de la extinta UCD, cuando Felipe González perdió la moción de censura contra Adolfo Suárez pero la utilizó para lanzarse al primer plano. Ganó las municipales y autonómicos y su siguiente triunfo fue la mayoría en las generales. Fue el presidente de gobierno con una mayoría absoluta que jamás se volvió a repetir con tan importante número de escaños.
Feijóo, con más experiencia en política nacional que hace tres años, aunque sea desde la oposición, ha aprendido que el éxito en las elecciones autonómicas es la mejor fórmula para un buen resultado en las generales, y en cuanto se ha iniciado oficialmente la campaña extremeña no ha dudado en acudir personalmente a esa región para apoyar a María Guardiola.
Allí estaban ya Pedro Sánchez y Santiago Abascal, los dos con el mismo propósito: cooperar con sus candidatos autonómicos, Miguel Ángel Gallardo por el PSOE y Óscar Fernández por Vox. Los dos, como Feijóo, quieren sumar méritos para cuando se convoquen las generales, que pueden estar más próximas de lo que parece aunque Sánchez intentará que se celebren lo más tarde posible y llegar a final de legislatura. El clima de corrupción actual no le conviene. Resultado: Extremadura se ha convertido en el campo de batalla de Sánchez, Feijóo y Abascal, y lo va a seguir siendo hasta 21 de diciembre.
Nunca como ahora han sido tan importantes las elecciones autonómicas. Por las mencionadas consecuencias en las elecciones generales, y porque nunca se ha vivido en España un deseo tan profundamente manifestado de cambio en la presidencia del gobierno. Incluso en su propio partido la figura de Pedro Sánchez se considera un lastre, cuando no una desgracia para el socialismo. Importantes figuras del socialismo -históricas unas y más actuales otras- expresan públicamente su disconformidad con las políticas de Pedro Sánchez, con sus socios, la escasa reacción ante la corrupción, el poco tino a la hora de elegir sus principales colaboradores y, últimamente, su desidia a la hora de emprender acciones ante los casos de falta de respeto a las mujeres por parte de personajes del partido. Con actitudes abiertamente delictivas o contrarios al espíritu y a las normas que se exigen en los partidos democráticos, y que han sido una bandera muy especial en el partido socialista.
La España autonómica está que arde, y tanto PSOE como PP, con Vox en la recámara, están intentando ganar más presencia
Nada más pisar suele extremeño Feijóo ha lanzado sus primeros dardos a Sánchez abundando en las cuestiones relacionadas con el acoso sexual, y se puede apostar que lo seguirán haciendo él mismo, María Guardiola y otros dirigentes del PP, hasta el último día.
Extremadura es una plaza importante para Sánchez. Bastión socialista con dos presidentes que han dejado huella, Juan Carlos Rodríguez Ibarra Guillermo Fernández Vara, recientemente fallecido.
Guardiola gobierna gracias a un indeseado acuerdo con Vox, indeseado por ella misma. Acabó con enfrentamientos internos en el Ejecutivo regional que obligó a Guardiola a convocar elecciones. No se encuentra en mejor situación el PSOE, con un presidente regional desacreditado, vinculado a las peripecias del hermano de Pedro Sánchez que han llevado a su imputación, y con maniobras del propio Gallardo para intentar huir de la acción del tribunal extremeño que lleva las investigaciones judiciales.
En esas aguas revueltas, Vox intenta pescar votos a través de Abascal, que se ha instalado en Extremadura y va a centrar allí la campaña de su partido. De momento las encuestas coinciden en que puede doblar sus escaños -cinco actualmente- y obligar así a Guardiola a gobernar con Vox como parte del gobierno.
Hay más vida política después de estas elecciones extremeñas. La inestabilidad del gobierno central ha abierto el camino a que el PP, y sus presidentes de gobiernos regionales, estén haciendo cálculos para ver que fechas les son más propicias para seguir al frente de esos gobiernos.
Las elecciones autonómicas de las comunidades no históricas deben celebrarse en el 27, con la excepción de Castilla y León que, por un cambio de fecha en las anteriores elecciones, debe celebrar las próximas en marzo del 2026, el 15 o el 22 de ese mes o el 22. A Andalucía le corresponde celebrarlas en junio del 26, y Juanma Moreno está a la espera de acontecimientos. Hablando en claro, a la espera de las decisiones de Pedro Sánchez, porque hay rumores de que podría adelantar las generales del 2027 ante la imposibilidad de mantener los necesarios apoyos parlamentarios.
Pero Sánchez quiere esperar lo más posible y distanciarse del clima de corrupción que en este momento impregna a su partido, que evidentemente se reflejará en las urnas cuando haya que acudir a votar. Y hay una cuarta comunidad pendiente del calendario: Aragón. El presidente Azcón está dando vuelta a adelantar las elecciones para intentar formar un nuevo gobierno con mayoría más amplia y no depender de Vox.
No es descartable que Juanma Moreno llegue a la conclusión de que le favorecería hacer coincidir la fecha de sus elecciones andaluzas con las de Mañueco en Castilla y León. También se habla de una operación más amplia si se sumara Azcón y celebrara sus elecciones cuando sus dos compañeros de partido Moreno y Mañueco, e incluso se hacen cábalas con un superdomingo en el que haya elecciones generales, más las de Castilla y León, Extremadura y Aragón.
Todo está abierto, todo dependerá de cómo se desarrolle la vida política en los próximos meses y sobre todo cual es el grado de estabilidad en el que se mueve Pedro Sánchez.
Tiene especial relevancia lo que ocurra con Juana Moreno en Andalucía. El PSOE va a hacer lo imposible para que no continúe en el gobierno, aunque sabe que su candidata María Jesús Moreno se encuentra en absoluta situación de precariedad; podría perder la mitad de sus actuales escaños, con un resultado peor que el de Juan Espadas en la última convocatoria. En círculos socialistas andaluces se incrementa el rumor de que podría producirse el relevo en la candidatura. En cuanto a Moreno, es difícil que repita mayoría absoluta dado el crecimiento de Vox.
Juanma Moreno ha logrado en los últimos días superar un problema serio, la acusación de que el gobierno regional no había realizado los obligados cribados a las pacientes afectadas por cáncer de mama. La reacción de Moreno fue inmediata, cese de la consejera de Sanidad e investigación exhaustiva. De esa investigación salió que los cribados sí se habían realizado y la fiscalía archivó la causa.
La España autonómica está que arde, se ha abierto el calendario y tanto PSOE como PP, con Vox en la recámara intentando ganar más presencia, se encuentran en pleno proceso electoral. Los tres partidos, y los restantes, tienen los ojos puestos en La Moncloa: de Pedro Sánchez depende que se adelante todo en función de las cuestiones judiciales que tanto le afectan … o que solo Extremadura, Castilla y León, y Andalucía celebren elecciones antes del verano.
Los próximos meses pueden ser en ser aún más movidos que los movidos meses del 2025 que está a punto de finalizar.
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