La constitución del sanchismo

La constitución (en minúscula) del sanchismo refleja en la cara demacrada de su líder síntomas de intolerancia a la realidad y la verdad, la amargura de una presidencia que se desmorona mientras sus palmeros acompasan la caída. La constitución del sanchismo es ahora mismo extremadamente frágil, de un aspecto homeless más cercano a la pobreza moral que a la riqueza espiritual. La constitución del sanchismo es un alma sin hogar que deambula sin rumbo certero hacia ninguna parte, que va de la bajada de pantalones ante Puigdemont al ridículo del caso Salazar, flagrante ejemplo de ocultación y demagogia feminista. La constitución del sanchismo es la biblia del bulo y del fango, una máquina de engaño permanente, la falsa sonrisa de la mentira para alargar la agonía de una Legislatura muerta. Es demasiado tarde ya para el harakiri público de Pedro ante las cámaras y el prófugo con clara intención ventajista de ganar tiempo para un Gobierno a la deriva que se deja chantajear y disfruta en público con la humillación de un pueblo y un electorado que no dan crédito a semejante alteración democrática. La constitución del sachismo no es la Carta Magna de los derechos y obligaciones de un Estado igualitario sometido al imperio de la Ley y sin privilegios de clase política como corresponde a una verdadera democracia. Porque en las auténticas democracias, cuando el gobierno, el partido que lo sustenta, la familia más directa, el fiscal del Estado y las personas de confianza de Pedro Sánchez están imputadas, son encarceladas y alguna como Alvarone resulta condenada, se disuelven las Cortes para pedir que los ciudadanos se pronuncien libremente en las urnas sobre las responsabilidades políticas en espera de las sentencias judiciales aún pendientes. La constitución del sanchismo está quebrada por falta de credibilidad y la imposibilidad de gobernar de espaldas al Legislativo, sin Presupuestos y sin una mayoría parlamentaria, como subraya Junts, que sostenga al Gobierno del ilusionismo virtual. La gobernanza a golpe de decretos ley son parches puntuales de pan para hoy y hambre para mañana. Pedro vive al día, hipotecado, siempre en el filo de la navaja, al borde del precipicio y la imputación dado que 3 de los 4 pasajeros del Peugeot ya han pasado por la cárcel.

La constitución del sanchismo no es la Carta Magna de todos, sino que se pretende convertir en las tablas de la ley de unos pocos

¿Qué celebración se puede esperar del 6 de diciembre en un país al borde del colapso judicial y funcional donde la única preocupación es el relato, polarizar y enfrentar a los españoles para satisfacer el chantaje de socios parasitarios del Estado que se declaran rupturistas, independentistas y prodictaduras comunistas? ¿Qué se puede celebrar el día de la Constitución si los españoles no son iguales ante la Ley, si se favorece a territorios y dirigentes condenados o se implora un día más en la Moncloa a un huido de la justicia perseguido y fallidamente amnistiado? ¿Qué día de la Constitución puede enorgullecer a los españoles si quienes son depositarios principales de sufragio popular perdieron las elecciones y gobiernan de espaldas a la separación de poderes? ¿Qué acto solemne se puede esperar de un Gobierno que niega la voz y el voto urgente a una sociedad que reclama elecciones y responsabilidades por la corrupción sistémica ignorada por delincuentes y entusiastas pese a los informes de la UCO y los autos judiciales?¿Qué bienestar constitucional predica Sáchez tras renunciar por incapacidad a 60.000 millones de fondos europeos?.

La constitución del sanchismo lleva reflejada en la cara de su líder las trampas del solitario, la descomposición de un régimen bolivariano imposible en una Europa unida, la soberbia reacción ante la evidencia de la prueba, la propaganda recurrente y simplista de la prohibición de Eurovisión o Franco reencarnado en la extrema derecha como coartada de las vergüenzas y muro de carga levantado entre las dos Españas. La constitución del sanchismo no es la verdadera Constitución que nos ha proporcionado la mayor etapa de prosperidad y paz en la historia reciente porque no pretende unir, sino que prefiere dividir, mientras apuesta por la confrontación como único recurso de movilización y odio con el que permanecer en el poder pese a la degradación de una democracia estupefacta. La constitución del sanchismo no es la Carta Magna de todos, sino que se pretende convertir en las tablas de la ley de unos pocos, en el libro de la selva política, en el kamasutra retorcido de un régimen con mayor vocación autocrática que democrática. La Constitución del 78, con mayúscula, no es la constitución con minúscula del sanchismo, un cuento para niños de principio a fin donde se adoctrina en la ideología radical del sectarismo sin conjugar el verdadero verbo de la igualdad. La Constitución vigente del 78 se incumple, se vulnera y se retuerce con la facilidad de quien hace la ley y la trampa. La Constitución que reclama España no es la constitución del sanchismo, sino la Carta Magna de la Transición, la democracia y la monarquía parlamentaria que ha garantizado nuestras libertades.

Paqui, la gran desconocida

Las Jésica, Carlota, misses, sobrinas y demás miembras del harén de Ábalos han restado protagonismo a Paqui, la gran desconocida. Francisca Muñoz es la mujer de Santos Cerdán, y ha sido citada el 15 de diciembre ante la comisión de investigación del Senado del caso Koldo. Paqui saltó a la fama porque en las investigaciones sobre su marido trascendió que “la conocían todas las vendedoras de El Corte Inglés”. Por eso ha sido citada, para que explique el uso que hizo de la llamada “tarjeta black” de Servinabar, la empresa de la que era socio su marido junto a Antxón Alonso. Paqui Muñoz de Cerdán es una mujer con “afición al lujo, influyente en la estructura familiar de la trama”, que dará explicaciones coincidiendo con el arranque de la campaña de Navidad de los grandes almacenes que tanto frecuentaba. Dos días después, el 17 de diciembre, está citado su marido Santos Cerdán, ahora fuera de prisión “aunque puede volver en cualquier momento a hacer compañía a Ábalos y Koldo”. Estos días, el matrimonio Cerdán está descansando del estrés mediático en el pueblo navarro de Milagro, que es justo lo que necesitan dada la gravedad de los hechos.

El culpable chivo expiatorio

Francisco Salazar es chivo expiatorio justamente inculpado porque exime al PSOE de su culpa general. Si Sánchez quería recuperar al verdadero cloaquero de Moncloa como asesor externo junto a Iván Redondo, lo tiene complicado. La parte pulcra del socialismo y comunismo sanchista le ha hecho un traje a la medida a Paco Salazar, que “se subía la bragueta en tu cara, escenificaba felaciones y pedía vernos el escote”, según las denuncias aireadas por elDiario.es. Por eso Paco Salazar queda desactivado ante el trancredismo de Ferraz y las comiditas de la portavoz Pilar Alegría con el caído en desgracia. Puede que Sánchez termine diciendo de él lo que ahora dice de Ábalos, que es “un desconocido en lo personal”, cuando le tenía justo al lado. Pero lo cierto es que la alegría de la huerta y de la portavocía ha pasado de comer con el apestado a calificarlo de “vomitivo”. El tal Salazar, considerado el verdadero fontanero de la Moncloa junto a los peones de Ferraz Leire y Dolcet, se ha salvado hasta ahora porque el PSOE ha mirado para otro lado 5 meses. Su caso, la prostitución de Ábalos y las saunas del suegro causan un daño irreparable al sanchismo feminista.