Construir una marca territorial

En los últimos años, hemos sido testigos de cómo algunas regiones han logrado fortalecer sus ecosistemas empresariales al fomentar que sus empresas den el salto al mercado bursátil. Sin embargo, en Ourense, pese a contar con un tejido empresarial diverso y con potencial, contamos hasta ahora con una única compañía en el parqué. Esta situación plantea un desafío y, a la vez, una oportunidad clave: necesitamos más empresas orensanas en bolsa.

La salida al mercado no es solo una decisión financiera; es también un movimiento estratégico que puede transformar el panorama económico de una región. Para una provincia como Ourense, con una tradición emprendedora, fomentar esta estrategia es importante y tenemos el potencial para hacerlo

Sabemos que uno de los principales beneficios de que las empresas coticen es el acceso a capital. La financiación obtenida a través del mercado de valores permite a las compañías invertir en tecnología, infraestructuras y talento, impulsando su capacidad competitiva tanto a nivel nacional como internacional. En Ourense, donde muchas empresas familiares y pequeñas empresas encuentran barreras para escalar sus operaciones, este acceso podría ser un catalizador de crecimiento.

Un ejemplo claro es el caso de otras regiones que han visto cómo empresas locales se transformaban en referentes globales gracias al respaldo financiero y a la visibilidad que ofrece el mercado bursátil. No se trata solo de obtener fondos, sino de gestionar esos recursos para garantizar un crecimiento sostenible, innovador y alineado con las demandas de los mercados modernos.

La presencia de empresas orensanas en bolsa también podría desempeñar un papel crucial en la atracción de inversores y talento. Los inversores, especialmente los internacionales, buscan oportunidades en mercados diversificados, y una mayor representación empresarial podría posicionar a Ourense como un destino atractivo. Además, las empresas que cotizan suelen generar confianza y credibilidad, factores que también son clave para atraer a profesionales altamente cualificados.

Esto no solo incrementaría la percepción de la región como un centro de innovación y negocios, sino que también podría generar un efecto dominó, inspirando a otras compañías a seguir el mismo camino

Para los jóvenes talentos ourensanos, contar con referentes locales de éxito es inspirador. Ver cómo empresas de su tierra logran conquistar mercados globales puede motivarles a quedarse y contribuir al crecimiento local, en lugar de buscar oportunidades fuera.

Otro aspecto relevante es cómo podría contribuir a fortalecer la marca de la provincia. Hoy en día las regiones compiten no solo por recursos, sino también por identidad y prestigio. Empresas locales que triunfen en los mercados internacionales se convertirán en embajadoras de la cultura, los valores y las capacidades de Ourense.

Imaginemos un escenario donde varias empresas orensanas cotizan en el mercado. Esto no solo incrementaría la percepción de la región como un centro de innovación y negocios, sino que también podría generar un efecto dominó, inspirando a otras compañías a seguir el mismo camino.

Por supuesto, no está exenta de desafíos. Requiere un compromiso con la transparencia, un modelo de gobernanza robusto y la capacidad de adaptarse a las exigencias de los mercados financieros. Para muchas empresas familiares, que constituyen el corazón del tejido empresarial orensano, estas condiciones pueden parecer intimidantes.

Sin embargo, estas barreras pueden superarse con el apoyo adecuado. Instituciones públicas, cámaras de comercio y entidades financieras deben desempeñar un papel activo en la preparación de las empresas para este proceso. Programas de formación, asesoramiento y subvenciones podrían ser herramientas clave para allanar el camino.

Para que este sueño se convierta en realidad, es necesario un compromiso colectivo. Empresarios, administraciones y sociedad deben entender que el éxito de una empresa orensana en bolsa no solo es un logro individual, sino también un triunfo para toda la comunidad. Cada paso que demos en esta dirección contribuirá a crear un ecosistema más dinámico, resiliente y preparado para los desafíos del futuro.

Creo firmemente que este es un objetivo que merece la pena perseguir. La historia nos ha enseñado que las regiones que apuestan por la innovación, la ambición y la colaboración consiguen prosperar. Ahora es el momento de Ourense.