El difícil centrismo

recortes

Publicado: 07 ago 2025 - 01:10

Opinión en La Región | La Región
Opinión en La Región | La Región

Salvo algún periodo diluido entre largas etapas de bipartidismo acérrimo, la experiencia centrista ha tenido poco éxito en un país como el nuestro que siempre se ha sentido cómodo y bien administrado con un reparto parlamentario que premiara la presencia de dos partidos distantes cuando no abiertamente opuestos, uno conservador y otro progresista. Ambas tendencias han recibido denominaciones distintas y han sido capitaneadas por personajes de mayor o menor influencia cuyos comportamientos han terminado cayendo indefectiblemente en lo mismo, componiendo parejas históricas que han pasado a la posteridad más incluso por sus relaciones personales –situaciones que en determinadas etapas han contribuido a hacer de la gobernación un asunto más o menos fluido en función del comportamiento de sus respectivos líderes- que por sus ideologías respectivas. El devenir histórico ha perpetuado a O’Donnell y Narváez, Cánovas y Sagasta, Maura y Romanones, Canalejas y Dato, Felipe y Aznar, Rajoy y Zapatero, en la seguridad de que dúos de semejantes valor y potencia son capaces de perpetuar el bicameralismo y hacer de este sistema de pares el más rentable y duradero de la historia política de nuestro pueblo equivalentes a los compuestos por el Guerra y Lagartijo, Manolete y Arruza, Kubala y Di Stéfano o Cristiano y Messi.

Ojalá cuaje el proyecto pero no tiene pinta. El centrismo parece necesario. Pero por el momento, también casi imposible

No hay, que uno recuerde, más periodo en la historia del país en el que terciara una tercera fuerza que la irrepetible irrupción de UCD, el partido político de inequívoca vocación centrista en el que se consolidó la figura tantas veces denostada y admirada y tan necesaria de recibir la recompensa de una reconocimiento masivo de Adolfo Suárez, un espléndido ejemplo de tolerancia, sensatez y voluntad política capaz de hacer de la Transición un periodo balsámico en el aspecto del entendimiento entre los partidos que no se ha vuelto a repetir.

Hoy, Europa vuelve los ojos hacia España y proyecta construir una opción centrista en torno a la española Miriam González Durántez, una abogada de formación internacional, esposa del diputado liberal y ex vicepresidente británico, Nick Clegg, cuyo paso por el Gobierno también fue efímero. Ojalá cuaje el proyecto pero no tiene pinta. El centrismo parece necesario. Pero por el momento, también casi imposible.

Contenido patrocinado

stats