Dudas infundadas

Publicado: 24 jun 2025 - 00:55

Opinión en La Región.
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no es el mejor ejemplo de respeto a los mandamientos constitucionales y a los usos democráticos: no presenta el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, usa y abusa de los decretos ley para gobernar, hace trampas en el solitario cuando tiene que dar explicaciones en el Congreso acumulando asuntos para difuminarlos todos, y además vive pendiente de las demandas de sus socios de investidura muchas de las cuales tensionan la vida de instituciones constitucionales.

Señalados los incumplimientos y escaramuzas de Pedro Sánchez para permanecer en el poder, el PP se equivoca al poner en cuestión asuntos que antes no se habían puesto en duda desde la recuperación de la democracia, como la limpieza de los escrutinios de las elecciones que se han celebrado, sin que en las numerosísimas que han tenido lugar nunca se cuestionaran los recuentos o el voto por correo.

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, a quien se atribuye un papel decisivo en la labor de oposición al marcar el rumbo de su partido y otras instituciones al pedir “el que pueda hacer que haga”, ha escrito un nuevo capítulo al afirmar que “cuando uno es capaz de adulterar unas elecciones en su partido, ¿por qué no va a ser capaz de alterar unas elecciones generales?”, por un incidente del que no se ha demostrado que fuera generalizado, cuando Pedro Sánchez fue elegido secretario general del PSOE en 2014.

La presión sobre el voto por correo ha tomado fuerza en los últimos tiempos, desde que se dijo que el proceso había sido dirigido por la ‘fontanera’ del PSOE, Leire Díez

El argumento resulta bastante débil si se tiene en cuenta que, como ha ocurrido en las últimas elecciones celebradas, el PP ha sido el partido ganador, tanto en la locales,autonómicas, europeas y en las últimas generales, aunque el diablo de las urnas, y una estrategia equivocada han posibilitado que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no haya querido presidir el Gobierno. La presión sobre el voto por correo ha tomado fuerza en los últimos tiempos, desde que se dijo que el proceso había sido dirigido por la ‘fontanera’ del PSOE, Leire Díez, durante su etapa en Correos y ahora con las conjeturas sin aportar datos de José María Aznar.

Ocurre que cuando se cuestionan los resultados electorales y otros procedimientos básicos del funcionamiento democrático luego resulta muy difícil que los ciudadanos vuelvan a confiar en ellos, y por cuestiones coyunturales y prisas por asumir el gobierno no se debieran generar incendios innecesarios, máxime cuando Feijóo tampoco es un genio de las comparaciones para apuntalar sus explicaciones. Y si Sánchez se equivocó el pasado miércoles al considerar una anécdota, el grave caso de corrupción en el que están envueltos sus dos últimos secretarios de organización, también el PP debiera ser consciente de que no todo vale para llegar a La Moncloa. Porque transmite que los resultados electorales no son legítimos si no les favorecen.

Se olvida que el PP es un partido condenado por financiación ilegal y que el próximo año se juzgará el mayor escándalo de la democracia

Si desde los partidos de izquierda se ha dado en hablar de ‘lawfare’ es porque antes de las palabras de Aznar y después de ellas hay actuaciones judiciales que son incomprensibles y cuando se quiere escenificar que el jefe del Ejecutivo está rodado por la corrupción y se vive el peor momento de la democracia, se olvida que el PP es un partido condenado por financiación ilegal y que el próximo año se juzgará el mayor escándalo de la democracia, la creación de una policía patriótica que lo mismo elabora pruebas falsas contra sus oponentes políticos que destruye las que le pueden imputar.

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