Edipo con la Esfinge y una significada cuenta de collar romana

Es, sigue siendo, todo un reto moverse alrededor del multisecular mito griego de Edipo. Es la empresa de Manolo Figueiras en esta exposición que exhibe en clave pictórica muestra de una serie sobre este legado material de la Hélade, que reinterpreta cual paisaje emocional, y nos hace pensar en alguno de los Paisajes leídos del gran escritor Antonio Rivero Taravillo, recientemente fallecido. Así también el artista gallego, que lo reorganiza dándole forma de interior doméstico con cama, esto es, una habitación o diván de psicoanalista, con biblioteca, lo que viene siendo una recreación a modo de mitologema, como quería el filólogo húngaro Károly Kérenyi (+1973). En la narración, en lo infantil básico, el protagonista sale triunfante en su enfrentamiento con la monstruosa Esfinge, y tras resolver el vital acertijo, como pintó Ingres, acaba con ella, heroicidad que le ayuda a convertirse en rey de Corinto, uniéndose a la reina viuda. La mitografía refleja una tragedia de magnitud señalando que Edipo y Yocasta son culpables de parricidio del rey Layo y asesino de su auriga, e incesto, respectivamente. Otros importantes roles son los de Tiresias, el adivino, la Pitia de Delfos y, ante todo, la Esfinge, figura dúplice e híbrida, mitad leona, entre leones... Así la efigia Moreau en 1864, quien la representa seduciendo a Edipo como mujer leona reina.

Esta acción del museo ourensano es una forma de destacar la importancia de la investigación constante, sistemática, desde hace ya cincuenta años

Figueiras refleja mucho de este poliedro mitológico en la muestra que conforman doce obras de medio formato, dándole en ocasiones un aire de psicoanálisis, cómo no podría ser menos, tal el complejo sexual freudiano de Edipo... Están la boutique de RV de Roberto Mariño, rúa del Paseo, Ourense.

Tal como en las pulseras Pandora, de la firma danesa de joyas, la pieza que el Museo Arqueolóxico destaca en este mes. El colgante amuleto, 17x12x 67 mm., hallado en 2015 en el campamento militar romano de Aquae Querquennae, Porto Quintela/Bande, una de las mejor contextualizadas. Esta figura pulida y perforada es de ámbar proveniente según los especialistas del lejano mar Báltico, y se dataría entre 74/75 y 120 d. C. De forma fálica, que tenía gran predicamento en el mundo de Roma, y como es sabido con función profiláctica, colocándose sobre puertas de casas, o con otras piezas en el entorno de sus puertas, tintineando entre ellas (tintinabulum), o asimismo con manos (manus fica, a figa). De ahí su valor, similar a los escarabeos egipcios del templo de Hatshepsut realizados en hueso de foca... Importadas y costosas, tenían un gran valor, asociado a lo apotropaico. Esta acción del museo ourensano es una forma de destacar la importancia de la investigación constante, sistemática, desde hace ya cincuenta años. Al borde de la Vía Nova, cerca de san Xoán dos Baños de Bande, con famosas termas, en cuya iglesia primitiva estaba como altar el ara sepulcral de Alepius fallecido con dieciocho años el 23 de noviembre de 510, época del Reino Suevo, descubierta al ser trasladada por la construcción del embalse de las Conchas.