Escuelas del Pensamiento
Fueron los egipcios y las civilizaciones mesopotámicas los primeros pueblos que se preocuparon de que sus élites tuviesen un conocimiento superior al resto de los habitantes de las ciudades que controlaban. Sin embargo, son los chinos y posteriormente los griegos los que crearon sistemas educativos estructurados por el “imperio y la nobleza”, para que tuviesen estas un conocimiento del saber muy superior al resto de los habitantes de sus territorios. Las “Escuelas del pensamiento” del imperio chino tenían como objetivo el aprendizaje de la filosofía de la vida. Todas ellas (confucianismo, el taoísmo y el legalismo) servían al emperador. Llegaron a crear instituciones específicas como el Guozijian para la educación superior.
¿“Escuelas del pensamiento”? ¿Y fundadas siete siglos antes de JC? Aunque parece increíble, su puesta en marcha se produce en tiempos convulsos de gran inestabilidad política, pero de una irrefrenable efervescencia intelectual. Destacan entre otras: el Confucionismo que busca la moralidad personal y gubernamental, el taoísmo que dirige su enseñanza en busca de la armonía, el Monismo que promovía el amor universal… En Catay de Marco Polo, Zhonggua para sus habitantes y China para occidente, el pensamiento de sus intelectuales o sabios se expresaba con libertad y sobre todo preservando la verdad, aunque les costase la vida a sus promotores. Europa vivió un periodo semejante en los siglos XV y XVI; mientras que hoy no es el pensamiento el procedimiento para conseguir la preparación adecuada para alcanzar el éxito en la sociedad, profundamente competitiva, tutelada por el Capitalismo Consumista. En los actuales sistemas educativos prima la preparación para la productividad, con la construcción de mentes diseñadas para responder masivamente o individualmente a estímulos perfectamente diseñados para alienar a las masas evitando que respondan con contundencia solidaria a las diferencias de clase.
La mentira lejos de ser la excepción se ha convertido en norma no siendo utilizada ocultar algo sino para crear una nueva realidad
En una perversa planificación los nuevos brujos, amos de la Tecnología, han diseñado un mundo, que George Orwell magníficamente describe en su novela 1984, publicada en 1949, que se definía entonces como una visión distópica de la sociedad del futuro (hoy presente). Además, la mentira lejos de ser la excepción se ha convertido en norma no siendo utilizada ocultar algo sino para crear una nueva realidad. Estudiantes sin espíritu crítico, con la creatividad encerrada en un pensamiento donde la verdad por sí sola no vende. La mentira es más sabrosa, que le pregunten a la frutera de Madrid. Ay, Ay… Ay más fruta y menos libros.
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