Dos éxitos o dos fracasos

CRÓNICA INTERNACIONAL

Publicado: 21 dic 2025 - 05:40

Opinión en La Región
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El Consejo Europeo celebrado en Bruselas se ha saldado con dos fracasos de las posiciones mayoritarias, las que pedían que se utilizaran los fondos intervenidos a Rusia depositados en un banco belga para financiar las necesidades económicas y militares de Ucrania, y la de aquellos que apostaban por la firma del tratado de libre comercio con Mercosur que ampliarían sustancialmente las exportaciones europeas.

La posición de Bélgica, Italia y la antieuropea Hungría de Orban han frustrado la operación para que Rusia comience a pagar la destrucción generada con la invasión de Ucrania. A cambio la Unión Europea financiará mediante la emisión de 90.000 millones en eurobonos las necesidades del gobierno de Kiev para los próximos dos años, lo que supone la utilización de un mecanismo que hasta ahora era un tabú para Alemania y los países frugales, que solo han accedido a esa fórmula para paliar los daños de la pandemia del covid-19 y a los que ha habido que convencer. Al menos los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 se habían conjurado para no levantarse de la mesa hasta encontrar una solución a la petición ucraniana.

El fracaso de la opción mayoritaria se transmuta en éxito cuando al menos se ha conjurado el riesgo de bancarrota de Kiev y se manda el mensaje a Moscú y Washington de que Europa no está dispuesta a dejar caer la pieza de Ucrania.

Moscú había afirmado que la utilización de los activos rusos retenidos a sus empresas y magnates sería considerada como un acto de guerra y muchos países han comprado esa idea de que Vladimir Putin habría extendido el conflicto de Ucrania a todo el continente, física o en forma de guerra híbrida. Un signo de prudencia o de debilidad en el que Italia ha jugado a favor de los intereses del Kremlin. El fracaso de la opción mayoritaria se transmuta en éxito cuando al menos se ha conjurado el riesgo de bancarrota de Kiev y se manda el mensaje a Moscú y Washington de que Europa no está dispuesta a dejar caer la pieza de Ucrania.

Cuestión parecida es el retraso de la firma del acuerdo con Mercosur que lleva negociándose un cuarto de siglo y que parecía que había llegado a su momento definitivo. Con los agricultores tomando las calles de Bruselas, con la protesta del campo en muchos países que pueden ver afectados los precios de sus productos, revestidas además de preocupación por la salud alimentaria, los líderes europeos cedieron a las presiones de Francia, Italia y Polonia para dejarlo en suspenso durante cuatro semanas. Los agricultores europeos, que sufren los recortes de la Política Agraria Común, que se lleva la parte del león del presupuesto comunitario, son los que mantiene posiciones más antieuropeas cuando se trata de que se adecúen a las normas emanadas de Bruselas, a pesar de que el acuerdo de libre comercio con Mercosur incluye salvaguardas, cláusulas espejo y medidas para suspender las importaciones si se producen distorsiones en el mercado europeo.

El éxito logrado por los países que han logrado retrasar la firma del acuerdo con Mercosur se ha transmutado en fracaso al tratar de urdir una minoría de bloqueo que impida su puesta en marcha, una vez que Bruselas termine de afinar los flecos pendientes para que fluya el libre comercio entre ambos continentes.

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