El Gobierno se columpia con las universidades

Publicado: 06 abr 2025 - 01:25

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Todo el mundo ha intuido que el debate provocado por el Gobierno, oponiendo las universidades privadas a las públicas sólo tenía el objetivo de desviar la atención de los problemas jurídicos y políticos que le amenazan hacia otros temas que no son preocupación social ni política. Pero ha sido un caso claro de “tiro por la culata”. El intento ha dejado herido al propio equipo promotor del debate. De hecho, tras las sorprendentes declaraciones de la vicepresidenta Montero, las acusaciones se fueron degradando hasta casi disolverse.

La ministra de Hacienda comenzó afirmando, sin matices, que la “universidad privada es la mayor amenaza que tiene la clase trabajadora para trazar un horizonte de esperanza de esas familias que solo a través del esfuerzo van a subir en la escala social”. Para la ministra, los ricos podían comprar el título sin esforzarse en la universidad privada. Un enfrentamiento de clase con todas las de la ley. Pero todo el mundo pensó inmediatamente en el presidente del Gobierno quien había hecho su carrera y su tesis doctoral en universidades privadas. Primer tiro por la culata.

Esto no va de universidades públicas contra universidades privadas. Esto va de universidades buenas contra universidades malas

Poco después, Pedro Sánchez rebajó un poco el enfrentamiento de clases, cambio el tercio y se refirió claramente a que las universidades privadas solo buscaban el negocio y montaban “chiringuitos” sin calidad de enseñanza, solo por ganar dinero, en un afán económico desmedido. Era necesario parar el incremento de privada en España.

Hasta este momento nadie tenía información sobre el problema de sobresaturación de universidades privadas en España. ¿A qué venía este enfrentamiento entre privada y pública en la enseñanza superior? Se podía intuir que, una vez más, había un trasfondo de enfrentamiento obsesivo, casi morboso, con Madrid. Pero nadie pudo dejar de pensar en el chiringuito que había montado la Complutense para que la esposa del presidente pudiese dirigir un máster sin ser catedrática. Realmente, era una clara coincidencia con la denuncia de Pedro Sánchez. ¿Se trataba de una improvisación o unas declaraciones sin la consciencia de que coincidían con su entorno? Otro sorprendente tiro que salía por la culata.

Al final, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría tuvo que suavizar nuevamente el relato de esta curiosa polémica desatada en el seno del Gobierno. Alegría corrigió las mitineras formas de María Jesús Montero y la acusación de chiringuitos del presidente del Gobierno, prácticamente acusándoles -indirectamente- de mentirosos. Y, con un sorprendente aplomo, acusó al Partido Popular de decir todo lo que habían manifestado Montero y Pedro Sánchez: “Esto no va -dijo Alegría- de universidades públicas contra Universidades privadas. De hecho, en este país hay magníficas universidades públicas y magníficas universidades privadas. Es verdad que veo al Partido Popular, al señor Feijóo, a la señora Ayuso, queriendo generar esta confrontación. Por lo tanto, esta confrontación es clara y sencillamente una mentira. Porque, repito, esto no va de universidades públicas contra universidades privadas. Esto va de universidades buenas contra universidades malas. Y cuando hablamos de universidades privadas malas -que, por cierto es un termino que en Estados Unidos está muy acuñado, que son “universidades de garaje”- estamos hablado de centros privados que lo único que tienen de universidad es el nombre, que suelen ser fondos de inversión que lo único que buscan es generar negocio; hablamos también de centros privados que tienen un número muy escaso de estudiantes, que prácticamente no ofertan un número claro de grados ni de másteres…en definitiva, si me permiten, es simplemente un negocio para expender títulos“.

Aquí, los tiros han salido hacia todos los lados, fuego amigo y enemigo. Y esto pone de manifiesto que el Gobierno tiene una necesidad imperiosa que plantear polémicas artificiales para desviar la atención de sus problemas reales de gobierno, de gestión y de compromisos con Europa.

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