El Gobierno persiste en el deterioro institucional

PUNTADAS CON HILO

Publicado: 06 sep 2025 - 05:10

El rey Felipe VI (i) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), en una reunión del pasado año.
El rey Felipe VI (i) y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), en una reunión del pasado año.

El Gobierno de Sánchez no está dispuesto a ceder un ápice en el deterioro institucional iniciado en el comienzo de su mandato. Y el último capítulo lo ha provocado con el acto de apertura del año judicial celebrado ayer, creando, intencionadamente, una situación muy embarazosa para la institución del rey, para la Judicatura y para los representantes de las instituciones invitadas, imponiendo la presencia del fiscal general imputado y a punto de ser juzgado por revelación de secretos.

La intención del conjunto de los ministros españoles es empeñarse a fondo para hacer creer a los ciudadanos que todo el daño que provocan a las instituciones del Estado son esfuerzos por normalizar la vida española. La ciudadanía debe agradecerles este trabajo tan necesario. No quieren polarizar la sociedad, no quieren provocar enfrentamientos, tan solo quieren mantener poder. Eso no es tan malo, dicen.

Por eso obligan al rey a hacer el papelón de recibir al imputado fiscal general para que le entregue, oficialmente y con foto, la memoria anual; por eso quisieron que fuese protagonista destacado en el acto de apertura del año judicial. Utilizan al rey como coartada para que no pueda faltar nadie, para que quien no esté de acuerdo con lo que sucede se tenga que portar bien o arriesgarse a ser acusado desprecio a la Corona. Eso es lo que han hecho con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo: han lanzado a toda la artillería mediática contra él, porque no está dispuesto a normalizar los daños institucionales que provoca el Gobierno. En realidad, la única falta de respeto es obligar al rey a presidir un acto donde interviene un fiscal general que debía haber dimitido ya por problemas con la Justicia.

Pero el fiscal es amigo del Gobierno y punto. El Ejecutivo quiere que sea normal, que se vea que sus amigos no deben temer nada con la Justicia. Ya se encargan los ministros de hacer una campaña para acusar a los jueces de actuar con criterios políticos como se atrevan con ellos. Serán acusados públicamente de prevaricadores. Sólo aquellos que investigan a la oposición son buenos y merecen ascender. Lo importante es hacer lo que quiere Pedro Sánchez aunque dañe las instituciones del Estado. Y para ayudar en el deterioro, el mismísimo ministro de Justicia, Félix Bolaños, es el primero en lanzar campañas contra aquellos jueces que se atrevan con la familia y amigos del presidente Sánchez.

Todo ello sucede cuando han pasado pocos días desde que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, haya cometido otro acto de deterioro de las instituciones, visitando oficialmente al prófugo de la Justicia Carles Puigdemont fuera de España, negociando con él cuestiones de la gobernanza del Estado. Y parece que le ha prometido una foto con Sánchez en La Moncloa. Es la normalización de lo anormal, de la irregularidad, y no hay institución que se le resista, todo por un puñado de votos.

Rotos y descosidos

La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego.
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego.

Las manifestaciones de repulsa, provocadas por la ultraizquierda, contra el equipo ciclista israelí han sido defendidas por varios ministros españoles, a pesar de que causaron un grave perjuicio a la ciudad de Bilbao, según se lamentó su alcalde, y pudieron accidentar a los ciclistas.

La ministra de Juventud e infancia Sira Rego, que aún no ha madurado mucho, aseguró que las protestas y altercados eran una manifestación de humanidad a favor de Gaza, que debían ser apoyadas y expulsar de la Vuelta al equipo ciclista. Como para calmar a los ultras

Y nada menos que el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, también alienta las protestas y pide la expulsión del equipo. Por si los ultras necesitan más incentivos.

Oscar Puente, con serios problemas

El responsable de las comunicaciones en España, Oscar Puente, ministro Transportes y Movilidad Sostenible, ha dejado un sombrío panorama durante su comparecencia voluntaria en el Congreso de los Diputados. Hasta dentro de varios años no vamos a tener una flota de trenes de alta velocidad fiables. Unos fallan porque son muy nuevos y otros fallan porque son muy viejos, solo van bien los intermedios.

Curiosamente, los trenes han empezado a tener problemas graves desde que él asumió el mando y aseguró que era el mejor momento de la Renfe en toda la historia española. Además, le persigue la mala suerte: Mientras Puente hablaba en el Congreso fallaron los servidores informáticos de Renfe, provocando nuevos retrasos. A su vez, la compañía Ryanair comenzaba una guerra con Aena, suprimiendo vuelos muy importantes para los viajeros españoles. El ministro tiene que dejarse de bromas tuiteras y atender más a sus responsabilidades, le recomendaron.

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