Fernando Lusson
VÍA DE SERVICIO
Impuestos y servicios
VÍA DE SERVICIO
Más de la mitad de los españoles están dispuestos a pagar más impuestos si de esa manera se contribuye a tener mejores servicios sociales y a reforzar las cuatro patas del Estado de bienestar. Una cantidad similar de ciudadanos considera que paga muchos impuestos para los servicios que recibe y otro treinta por ciento estaría por una rebaja considerable, aunque los servicios fueran paupérrimos.
La comunidad autónoma de Madrid ha comenzado a discutir los presupuestos para el próximo año, en los que vuelve a hacer una apuesta por la rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones entre familiares de segundo grado, después de que son prácticamente inexistente para las transmisiones entre padres e hijos, y sus responsables presumen de no tener impuestos propios y de rebajar los que tiene carácter estatal en la parte que les corresponden.
Lo que no pueden evitar los gobernantes madrileños, con su presidenta Isabel Díaz Ayuso a la cabeza, es que los madrileños reciben cada vez peores servicios y que la rebaja de impuestos benefician a las clases más favorecidas, una circunstancia que viene corroborada por el hecho de que Madrid es la comunidad autónoma que menos gasto destina a Sanidad por persona, y otro tanto ocurre con el gasto en Universidades dos rubros, que precisamente se corresponden con procesos de privatización de la asistencia y de apoyo a la creación de centros privados de enseñanza superior, que la oposición denomina “chiringuitos”, sobre los que no se dan muchos detalles acerca de su calidad.
La semana pasada las seis universidades públicas madrileñas realizaron una masiva huelga de dos días en la que participaron todos los sectores educativos
Los síntomas de esa actuación de la Comunidad de Madrid en favor de las privatizaciones se encuentran en la forma en la que beneficia a los grandes grupos de la sanidad privada, en especial Quirón, al que con la excusa de aminorar las listas de espera se deriva una parte nada desdeñable del presupuesto sanitario. La sanidad madrileña se encuentra en un alto grado de ineficiencia por la falta de inversión, lo que hace que sea una de las regiones en la que más crece la contratación de seguros privados de salud. Sus cuotas siempre superaran una subida de impuestos que se dedicara a este capítulo. En otro gran grupo de sanidad privada, Ribera, que administra el Hospital Universitario de Torrejón se acaba de desvelar que su gerente había puesto precio a la sanidad de los madrileños y las prestaciones que no resultaban rentables para su cuenta de resultados pasaban a la parte de atrás de la lista de espera. Un escándalo en la confluencia de la asistencia público-privada que es una de las señas de identidad de la gestión sanitaria del PP.
La semana pasada las seis universidades públicas madrileñas realizaron una masiva huelga de dos días en la que participaron todos los sectores educativos, rectores incluidos, ante la asfixia económica que padecen en la que tienen que manejar unos presupuestos similares a los de hace quince años. Para completar el cuadro hay una investigación judicial en marcha sobre la concesión de obras sin licitación para la reforma de varios institutos de FP.
Al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, una fanática de la “curva de Laffer”, según la cual a menos impuestos más recaudación, las rebajas fiscales le vienen bien a sus datos macroeconómicos, pero a los madrileños la falta de inversión en los servicios sociales, por cuestiones puramente ideológicas, no les va también.
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