Obituario | Benigno Moure, una inmensa labor social

A comienzos de la década de los 70 se producen en la diócesis dos vacantes importantes: Primero fallece el delegado de Cáritas, don Telesforo García Piedecasas, y en la misma altura, el canciller, don José María Guzmán, enferma de gravedad sin poder incluso hablar correctamente. El obispo Temiño trata de cubrir las dos vacantes y, sobre todo, la del canciller fue difícil porque Guzmán estaba empeñado en proponer a otro al que se oponía el vicario de entonces, don Antonio Montero. Tras largas conversaciones y visitas del obispo a la casa de Guzmán, este no cedía. Al final el prelado tenía dos candidatos: Modesto Touza y Benigno Moure. Me mandó avisarles y les dio a escoger a los dos. Tras muchas discusiones, Modesto fue canciller y Benigno, delegado de Cáritas.

Benigno luchaba hasta el final con algún injusto disgusto. Socialmente, nunca Ourense pagará la obra ingente que llevó a cabo

Este último, con su carácter emprendedor y a veces un tanto utópico, llevó a cabo una inmensa labor. La magnitud que le dio a Cáritas desbordó todos los límites, hasta el punto de que el obispo José Dieguez trató de separar la obra de Moure de Cáritas por miedo a la grandeza que tomaba lo que estaba llevando a cabo. Así nació la Fundación San Rosendo, que nadie en el comienzo vislumbraba la magnitud que tendría en toda Galicia. Benigno luchaba hasta el final con algún injusto disgusto. Socialmente, nunca Ourense pagará la obra ingente que llevó a cabo.

Acaba de fallecer a los 92 años, tras una larga trayectoria vinculada a la Iglesia y una amplia actividad como fundador y presidente de la Fundación San Rosendo, que llegó a gestionar 70 centros repartidos por toda Galicia. Con su fallecimiento se cierra una larga trayectoria dedicada a un proyecto asistencial a través de la Fundación San Rosendo, con gran peso en la modernización de los servicios sociales de la provincia y de Galicia, con una amplia red de atención a la tercera edad. Actualmente, da cobertura a alrededor de 4.000 plazas para mayores y emplea a casi 2.000 trabajadores.

Moure nació el 24 de septiembre de 1932 en San Salvador de Arnoia, diócesis de Ourense. Realizó sus estudios eclesiásticos en los seminarios de Ourense y Salamanca, donde también se licenció en Teología por la Universidad Pontificia. Fue ordenado sacerdote el 20 de abril de 1957 en la diócesis salmantina. Comenzó su labor pastoral como coadjutor en la parroquia de Santa Mariña de Xinzo, donde sirvió entre 1958 y 1963. A partir de entonces fue adscrito a la de Santa Eufemia del Centro, en Ourense.

A lo largo de su trayectoria en la diócesis, desempeñó importantes cargos, como consiliario de jóvenes de Acción Católica (AC) desde 1963 hasta 1966, y posteriormente de los hombres de AC hasta 1972. Ese año, monseñor Temiño lo nombró delegado episcopal de Cáritas, función que desempeñó hasta 1992. Durante su mandato impulsó la creación de la Fundación San Rosendo, de la que fue fundador y primer presidente hasta 2011, en que se desvinculó, permaneciendo como presidente honorario.

Entre sus defensores se encuentran muchas familias que cuentan con su apoyo para la asistencia de alguno de sus mayores, desde el concepto de geriátrico, residencias multiasistenciales y pisos. Su dedicación a la asistencia de la tercera edad también estuvo marcada por alguna controversia legal. En 2008, Benigno Moure, tras ser señalado por apropiación indebida del patrimonio de una residente, fue condenado. Sus defensores le atribuyen la paternidad del cambio de concepto en la atención social, sus detractores señalan su falta de ortodoxia en algunas de sus decisiones.