Opinión

Más allá de Twitter

Las noticias más comentadas de la semana tienen como común denominador cambios en la presidencia de grandes y reconocidas empresas que han hecho que la sociedad actual sea tal y como la conocemos ahora. Además del relevo en Arteixo, el lunes también se dio a conocer la renuncia de Jack Dorsey como consejero delegado de Twitter, la famosa red social de microblogging que él mismo fundó en el 2006.

Dorsey se despidió de la compañía enviando un email a todo el equipo de Twitter que posteriormente se encargó de hacer pública en su cuenta en la red social. En ella no solo aprovecha para presentar al nuevo CEO, Parag Agrawal, que hasta la fecha ejercía como jefe de tecnología de Twitter, sino que también afirma que fue una decisión que tomó por su propio pie, con la esperanza de que su desvinculación le permita a la red social crecer de forma independiente y sin presiones externas añadidas.

Él ya había sido CEO en los dos primeros años de vida de la red social, una etapa en la que se había cuestionado su compromiso para con sus funciones de dirección, cuando dedicaba gran parte de su tiempo a recibir clases de yoga y de diseño de moda. Durante su último mandato, desde 2015, Twitter ha conseguido mejorar en estabilidad, pero su crecimiento se ha quedado estancado frente al ascenso de otras plataformas como Instagram o TikTok, muy centradas en el público más joven y en el contenido audiovisual. También han tenido lugar varias polémicas relacionadas con el papel de la red social en el auge de las noticias falsas y los mensajes de odio, especialmente en el punto de mira tras la toma al Capitolio de inicios de este mismo año.

Lo cierto es que los rumores sobre la segunda salida de Dorsey de la cúpula de Twitter llevaban rondando ya varios años, en línea con las acusaciones de su primera etapa. Empleados e inversores de la red social han mostrado sus quejas por el gran tiempo que el ejecutivo le dedicaba a otras empresas e iniciativas que le impedían centrarse en el desarrollo y crecimiento de Twitter. Desde 2015 Dorsey ha compaginado su cargo en la red social con las funciones de consejero delegado en Square, una solución de pagos integrales que él mismo fundó en 2009 durante sus años sabáticos de la empresa de microblogging. También es muy conocido su apoyo y activismo a favor de una Internet descentralizada y del blockchain.

La nueva vida de Dorsey tampoco será aburrida tras dejar Twitter, ya que mantendrá la dirección ejecutiva de Square en su ascenso imparable, actualmente valorada en 98.000 millones de dólares, más de 60.000 millones más que Twitter, tras la compra de varias empresas de pagos móviles como la española Verse o la recientemente anunciada compra de Afterpay, empresa de pagos a plazos que espera conseguir el oficial de la operación en el 2022.

Este mismo viernes, casualidad o no, Dorsey ha anunciado Block, una nueva empresa matriz para englobar todas las iniciativas en las que tiene participación: la propia Square, la app para inversiones en criptomonedas Cash App, la aplicación de streaming musical TIDAL y dos proyectos relacionados con el Bitcoin, Spiral y TBD54566975. Por este mismo hecho, puede convertirse en una de las figuras más relevantes dentro de las criptomonedas y de los pagos a través de Internet, y no conformarse solo con ser uno más de la lista de fundadores de empresas que abandonan su puesto tras varios años al mando, tal y como hicieron Gates, Bezos o Page en el pasado. ¿Será Zuckerberg el siguiente?

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