Venezuela: democracia y reconstrucción

Este domingo, Venezuela no solo se juega su vuelta a la democracia, sino también la posibilidad de iniciar una reconstrucción económica que saque al país de la profunda crisis en la que se encuentra.

Publicado: 28 jul 2024 - 02:35

La historia de Venezuela está en una encrucijada y el resultado de las elecciones de este domingo será determinante para el futuro de la nación ahora bajo control del chavismo. La esperanza de un retorno a la democracia y la reconstrucción económica penden de un hilo, en un país que fue próspero y democrático antes de caer en las manos del PSUV, primero con Hugo Chávez y después con Nicolás Maduro.

Este domingo, Venezuela no solo se juega su vuelta a la democracia, sino también la posibilidad de iniciar una reconstrucción económica que saque al país de la profunda crisis en la que se encuentra. La llegada de Edmundo González al poder podría representar un paso hacia la reconciliación y el cambio político necesario para abordar estos retos. En todo caso, la naturaleza estructural de los problemas del sector petrolero y la cautela de los inversores internacionales indican que la recuperación será un proceso largo y complejo.

El país donde tantos gallegos encontraron su particular Eldorado pasó de ser una potencia económica a un estado arruinado, por lo que el camino hacia la recuperación será arduo. Acaso la mayor esperanza está en que la resiliencia del pueblo venezolano define un momento crucial en su historia reciente.

Este país caribeño, que fue una potencia petrolera global, tiene en juego no solo su retorno a la democracia, sino también la posibilidad de reconstrucción económica después de años de crisis profunda y devastadora. La producción de petróleo, el pilar fundamental de su economía, ha experimentado un declive drástico desde los días de bonanza, cuando el país producía a diario millones y millones de barriles.

El país donde tantos gallegos encontraron su particular Eldorado pasó de ser una potencia económica a un estado arruinado

En 1998, un año antes de que Chávez asumiera el poder, Venezuela todavía producía 3,5 millones de barriles de petróleo. Sin embargo, para el año de su muerte en 2013, esta cifra había caído por debajo de los 2,5 millones de barriles. Desde entonces, la situación ha empeorado bajo la administración de Maduro.

En noviembre de 2017, la producción había disminuido a apenas 1,8 millones de barriles, una cifra no vista desde 1985. Los ambiciosos objetivos de alcanzar los 5 millones de barriles que se consideraban plausibles en la era chavista ahora parecen un sueño lejano. La política petrolera de Chávez ya había reducido la producción en un 30%, pero Maduro ha superado esa cifra, logrando un desplome del 50% y llevando al sector al borde del colapso.

Es irónico que, en un país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo –un 17,6% del total–, la escasez de combustible sea una realidad cotidiana. Es el reflejo más contundente del fracaso en la gestión del sector petrolero, que ha estado plagado de negligencia y corrupción. Para que el país recupere su antigua gloria hay ahora un hándicap: la transición energética mundial y la creciente competencia entre productores con menores costes y mejor calidad institucional están cerrando la ventana de oportunidad.

En un esfuerzo por facilitar un entorno más propicio para las elecciones de este domingo, EEUU ha suspendido temporalmente algunas de sus sanciones.

No obstante, esta medida ha resultado ser insuficiente. La caída en la producción precede a la estrategia de máxima presión internacional sobre el régimen de Maduro y se debe, en gran parte, a la falta de gobernanza efectiva que ha marcado Venezuela durante más de una década.

Protagonistas

NICOLÁS MADURO - Presidente de Venezuela

La transición energética y la creciente competencia internacional agravan los problemas de Venezuela. La capacidad de reacción de PDVSA es limitada debido a la politización y corrupción que han marcado su gestión en las últimas dos décadas.

EDMUNDO GONZÁLEZ - Candidato de la Oposición

Si llega al poder tropezará con el hándicap de que el crudo venezolano tiene márgenes de explotación menores y se vende a precios más bajos en el mercado internacional. Será clave su relación con las empresas petroleras occidentales.

ANTONIO BRUFAU - Presidente de Repsol

Las iniciativas de varias multinacionales, entre ellas Repsol, podrían ayudar a Venezuela a alcanzar de nuevo el millón de barriles diarios, una cifra muy por debajo de los niveles anteriores a la era chavista, cuando el país era democrático.

PEDRO TELLECHEA - Presidente de PDVSA

El petróleo de la Faja del Orinoco, que constituye la mayor parte de las reservas venezolanas, es del tipo extrapesado. Su alta viscosidad requiere mezclarse con crudos más ligeros o productos petrolíferos para su transporte y refinación.

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