La koldomanía del sanchismo

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Publicado: 29 jun 2025 - 00:10

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El modus operandi de Koldo García siempre fue de sombra de Ábalos. Su rol inicial era de madero guardaespaldas, de mamporrero de partido, de vigilante segurata del número 2, de guardián de la caja de cartón de las primarias del 1. Ábalos y Koldo siempre juntos, de ahí que el escolta del régimen participara de todos los secretos inconfesables del sanchismo, incluido el lupanar levantado en la mancebía del poder. Viajaban siempre como hermanos, como patrón y subordinado, como camaradas compañeros o amigos del alma y de parranda en Paradores, chalets y pisos franco. Viajaban de dos en dos o de cuatro en cuatro en la excursión del Peugeot. Y cuando Ábalos tenía actos como secretario de organización del PSOE o ministro de Transportes, Koldo se hacía a un lado, cerraba la boca y vigilaba quien se acercaba a su jefe porque ese era su trabajo de gorila con aspecto de matón, de bonachón tontaina útil.

Koldo García se dejaba interpretar como cateto del cuarteto del Peugeot

Koldo se mostraba siempre como jarrón de florería, como animal de compañía, como guardián de la mentira y el engaño que el sanchismo representaba en la nueva España. Su aspecto tosco y rudo, de dócil grandullón servicial, y al mismo tiempo temerario, era una pose representativa de lo más cutre del régimen sanchista. Koldo García se dejaba interpretar como cateto del cuarteto del Peugeot. Había un bueno, un feo y un malo, como en la película de Sergio Leone: el bueno y guapo era Pedro Sánchez, el feo y tonto era Koldo, y los malos resultantes eran Ábalos y Cerdán. Pero bajo esa fachada engañosa, resultó que Koldo no era tan tonto como le pintaban y grabó conversaciones de la trama para protegerse del guapo y de los malos del cuarteto del Peugeot. También es mala suerte para la marca francesa que semejante tropa eligiera un Peugeot para su viaje a la fama del escándalo, habiendo en el mercado tantos Renault y Citroën, tanta escudería europea con la que mudarse de la España vacía a la presunta España del trinque.

Así que Koldo era perfecto para acompañar a quien sería titular del ministerio con más presupuesto, de la cartera con más adjudicaciones en obra pública. Desde las primarias de 2014, Santos Cerdán y Ábalos tenían el empeño de moldear un líder con Zapatero en la sombra, con ramificaciones directas al régimen dictatorial venezolano que anidan en la Delcy-sospecha de los lingotes y las maletas. El líder que prolongaría el zapaterismo en el ismo del sanchismo era Pedro el guapo, expulsado de su propio partido, que reconquistó Ferraz en el viaje de los 4 mosqueteros del Peugeot y accedió a la Moncloa mediante pactos insostenibles que alumbraron un Gobierno entregado a golpistas y herederos de ETA que Rubalcaba bautizó como Frankenstein en afortunadísima descripción. Koldo había hecho de todo, desde portero de putiferio en Navarra a hombre de confianza de Santos Cerdán. Así que pasó de matón a amigo, y de amigo a pieza de engranaje de la supuesta trama de corrupción, según los jueces y la UCO. Cerdán dirá este lunes en el Supremo que no se reconoce en las grabaciones de ininteligencia artificial. La misma táctica de Ábalos, ambos secretarios de organización de Sánchez, mientras Koldo prefirió el silencio del tonto más listo. Y una vez que el juez ate cabos, pueden sucederse los autos de prisión que ablandaron la memoria de Aldama, otro de los actores del fregado junto a la fontanera Leire y algunos más que irán apareciendo en los audios y los papeles del caso Ábalos-Koldo-Cerdán que muchos consideran caso Sánchez. Pedro menguante intentó tapar sus vergüenzas caseras con un postureo inaceptable en la cumbre de la OTAN, firmando un aumento del 5 por ciento en Defensa hasta 2035, mientras desde su populismo fake decía que no pasará del 2,1 para así aparecer como el pacifista antiTrump que no es. En realidad, provocó un cisma, experimentó el aislamiento y expone a España a la ira amenazante de Donald Fuck, porque son tal para cual. Trata de huir de la cloaca interna tras el registro de la sede del PSOE, pero los enanos no dejan de crecerle en el submundo de la fontanería socialista porque ahí están los casos de su hermano David y su esposa Begoña para recordarle que está acorralado y bajo sospecha judicial y policial hasta el punto de que el propio ministro de Justicia que prepara la reforma del control judicial ha sido señalado por el juez Peinado al pedir al Supremo que le impute. La épica sanchista de injerencia en OPAS y desaires atlánticos culminó con la constitucionalidad oficial de la amnistía, la pata que faltaba en el sostenimiento del sanchismo exigida por el prófugo Puigdemont. Ahora asistiremos a una escalada estelar declarativa de Zapatero para proteger el corralito, pero los jueces y la UCO estrechan el cerco sobre el sanchismo, que pretende desmantelar la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y liquidar la separación de poderes. El Poder Judicial no traga con las maniobras de Bolaños, igual que el juez Peinado no traga con lo que considera “malversación y falso testimonio” del ministro de la cosa y presidencia. Con un Fiscal del Estado también imputado, la audiocasquería de Koldo es una bomba de relojería a punto de estallar. Es la koldomanía del sanchismo.

OPERACIÓN ZAPATERO

Dicen por ahí que hay una operación Zapatero para hacerse con el control del PSOE en caso de que Sánchez caiga por la corrupción y por abandono de sus socios. De hecho, dicen que la izquierda comunista, separatista y abertzale la vería con buenos ojos porque ZP representa la continuidad del sanchismo, igual que Sánchez representó la continuidad del zapaterismo. En el PSOE más español no terminan de estar muy a favor de que Salvador Illa pudiera ser el sucesor, porque supone la connivencia con el secesionismo catalán y muchas sombras en su etapa como ministro de Sanidad durante la pandemia. Por contra, sólo Emiliano García Page, el único barón socialista con mayoría absoluta, puede representar una vía sucesoria dentro del PSOE que está dispuesto a recuperar la cordura de un partido de Estado y de alternancia capaz de aglutinar ese voto de centro que huye de Sánchez y vota al PP. La operación Zapatero es en sí misma el sanchismo de hoy en día, pues ZP está en la sombra del liderazgo abatido de Sánchez. Eso podría alargar la Legislatura y retener el Gobierno para convocar unas elecciones generales “bajo sospecha” del centro derecha.

OPERACIÓN AUTOSANCHISTA

La cumbre de la OTAN y la validación de la amnistía han terminado de desenmascarar el sainete de Sánchez. Anunció una victoria falsa sobre la Alianza Atlántica cuando firmó un aumento del gasto militar del 5 por ciento del PIB como el resto de los países y no del 2,1 como dijo. Mark Rutte revisará en 2029 la inversión en Defensa, que debe ser del 5 por ciento en 2035, mientras Sánchez fingía, enredaba, soplaba y sorbía al mismo tiempo diciendo no pasaría del 2,1. También dijo que jamás habría amnistía y ahora aplaude la cacicada de Pumpido y los jueces progresanchistas. La OTAN no se fía de Sánchez, que ha dado sobradas pruebas de usar la cumbre para orillar los casos de corrupción que asolan al sanchismo. Los socios de la Alianza han visto la maniobra como una mascarada y bufonada sanchista en un intento desestabilizador de consumo doméstico. Los miembros de la OTAN no aceptan la autoexcepción de Sánchez, provocando nuevas amenazas comerciales de Trump. Pedro el pacifista también hace suya la autoamnistía. Con Irán, Gaza y Ucrania en escalada bélica, Sánchez se intenta “burlar” de la OTAN, de Trump y de España.

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