Todo lo hacemos bien y los otros lo hacen mal

Ni, ni, ni, ni. Ni elecciones anticipadas, ni crisis de Gobierno, ni moción de confianza. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo niega todo. No tiene previsto convocar elecciones anticipadas porque considera que al Gobierno todavía le quedan muchas iniciativas por llevar a cabo y el país necesita estabilidad y sentido común. No acometerá una remodelación del Ejecutivo porque considera que preside uno de los mejores gobiernos de la historia de España. No se plantea promover una cuestión de confianza porque considera que la mayoría parlamentaria que le llevó a La Moncloa aún se mantiene, pese al reconocimiento de que la relaciones con Junts están rotas. Ni llevará a cabo un plan de actuación distinto a lo que se está haciendo para combatir la proliferación de casos de corrupción y de acoso sexual que se han producido en el seno del PSOE. Es decir, que todo seguirá igual pese a que acaba de pasar por una de las peores semanas de su vida política por los casos de corrupción descubiertos en distintos entornos que le rodean y por los casos de acoso sexual que se han producido en su partido. Dos asuntos de los que el PP atribuye, como único responsable, a Pedro Sánchez y que provocan desafección y desprotección de las mujeres y los ciudadanos.

El balance fin de año realizado por Pedro Sánchez se puede resumir en dos principios, una justificación y un mensaje de optimismo

El balance fin de año realizado por Pedro Sánchez se puede resumir en dos principios, una justificación y un mensaje de optimismo. Uno, que el Gobierno lo hace todo bien como demuestran los buenos datos económicos que sirven para gestionar una economía más justa y distributiva, con avances en las materias del Estado de bienestar. Dos, que la oposición todo lo hace mal porque no aplica las leyes e iniciativas que pueden beneficiar a sus ciudadanos como la ley de vivienda, asumir la quita de la deuda autonómica o porque privatiza los servicios públicos, todo ello por una cuestión ideológica. Tres, ha reconocido errores en la gestión de las crisis provocadas por los casos de corrupción y de los acosos sexuales ocurridos en el PSOE, frente a los que, dijo, se ha actuado con transparencia y contundencia, aunque “ser feminista no te hace infalible”; defendió que en su partido no existe financiación ilegal y ha justificado su decisión de seguir en que aún queda mucho camino por recorrer para rebajar la desigualdad y que los buenos datos macroeconómicos se trasladen a la economía familiar. Cuatro, considera que España es el mejor país del mundo y que la realidad que vive la gente en la calles es muy distinta al “país gris” que se dibuja de forma interesada, que el país real es el que crece y crea empleo, que respeta la diversidad y acoge al que viene de fuera y es tolerante, plural y abierto, todo lo contrario que ocurrirá cuando lleguen el PP y Vox al Gobierno.

Pero incluso sus socios en el Gobierno y el Congreso le exigen que además de las justificaciones ofrecidas adopte decisiones contundentes para la regeneración de su partido ¿Cuáles? Habrá que esperar a que pasen las navidades y a ver cómo afronta el próximo periodo de sesiones y los apoyos con los que cuenta. Para que no faltara nada en un buen balance de gestión, optimista, continuista y, en efecto, autocomplaciente, Sánchez anunció la creación de un bono de transporte mensual para el uso de los medios públicos nacionales en la línea con la preocupación por mejorar la vida de los ciudadanos. Era el conejo en la chistera que se espera en estas ocasiones.