Víctor González
Los mashco piro
He visto un brevísimo y fascinante documental de la BBC sobre los mashco piro, un pueblo indígena primitivo de Perú en peligro de desaparición.
Los mashco piro son una de las tribus de cazadores recolectores más numerosa que se conoce de las que aún quedan en el planeta. Viven del bosque, de la caza y de la pesca. Es difícil verlos. Como es lógico son muy huidizos. Sabemos que hay casi doscientos pueblos así en todo el mundo. Pueblos que viven en comunión con la naturaleza y prácticamente sin ningún contacto con nuestra civilización ni con el resto de humanos. Se calcula que en menos de dos décadas tal vez hayan desaparecido todos ya. Como todos esos otros pueblos los mashco piro nos recuerdan que un día lejano, aunque parezca difícil de creer, también nosotros fuimos humanos.
Emociona ver y oír hablar a los pocos peruanos que viven en esas zonas limítrofes con la tribu y que han tenido algún contacto con ellos cómo los llaman. Los llaman “nuestros hermanos”. Y cómo defienden que hay que protegerlos a toda costa y mantener su bosque a salvo.
Los mashco piro están en peligro. En su caso debido principalmente a la deforestación y destrucción de su hábitat por la explotación industrial sin alma y sin conciencia de la industria maderera o de la minería que invaden su mundo destruyéndolo para siempre. El Gobierno peruano ha implementado leyes, normas y estrategias para protegerlos y mantenerlos en su aislamiento por su seguridad, porque existe también la posibilidad o casi la certeza de que si establecemos mucho contacto con ellos podamos transmitirles enfermedades mortales para las que no tienen defensas, que los barrerían de un plumazo como ocurrió con tantos otros pueblos indígenas durante la Conquista de América. Esas medidas de protección sin embargo y como siempre son escasas. Los gobiernos y en este caso el peruano no es una excepción, dicen que hacen que hacen, pero en realidad no hacen lo que tienen que hacer. Aun así y a pesar de eso en algunos lugares de los alrededores del bosque y el río en donde viven, existen aldeas y puestos de observación y asistencia que les dan comida, mantas y otros útiles.
Emociona ver y oír hablar a los pocos peruanos que viven en esas zonas limítrofes con la tribu y que han tenido algún contacto con ellos cómo los llaman. Los llaman “nuestros hermanos”. Y cómo defienden que hay que protegerlos a toda costa y mantener su bosque a salvo. Uno de esos abnegados ángeles que aparece en el documental, en diez años viviendo allí solo ha visto de cerca a uno. Otro cuenta como se encontró en el bosque con dos o tres, apuntándole con arcos y flechas, aunque por suerte para él dejaron de hacerlo y desaparecieron en la espesura.
El micro documental tiene algunas de las supongo pocas escenas grabadas de ese pueblo hermoso, libre y desnudo que nos trae por un momento a la mente y al corazón algo importante de nuestro pasado. Algo que no debemos olvidar ni perder. Merece la pena ver el documental. Háganlo. A fin de cuentas no les llevará mucho tiempo, solo dura diez minutos. Tal vez más de lo que van a durar los mashco piro…
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