Las palabras del año

"Arancel” es la palabra del año elegida por la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) que promueven la Real Academia Española y la Agencia EFE. Sin duda una elección acertada, aunque en eso también van los gustos. El arancel, como se sabe, es un tributo que se aplica a productos y bienes que son objeto de exportación e importación. Por supuesto que a esa elección ha contribuido Donald Trump, quien ha promovido en España, Europa y resto del mundo el uso y conocimiento de la palabra arancel, de toda la vida un impuesto aplicado en el transporte de mercancías. Entre las palabras finalistas se encontraban apagón, macroincendio, preparacionista, dron, boicot, generación Z, macrorredada, rearme, papa, tierras raras y trumpismo, de forma que indirectamente Trump es en realidad el ganador honorífico junto a arancel, aunque haya perdido el nobel de la paz.

Se supone que la RAE tiene en cuenta la proyección internacional e iberoamericana de la palabra del año elegida, porque el español es un idioma universal que se habla en todo el mundo, no sólo en España y América Latina. Y eso justifica plenamente la elección de arancel como palabra del año 2025. Sin embargo, en el acto conmemorativo de los 20 años de la FundéuRAE donde se anunció la elección de la palabra arancel, hubo mucho murmullo porque entre las palabras finalistas no se encontraban corrupción ni acoso (sexual), que ciertamente fueron términos empleados frecuentemente en el lenguaje de los medios de comunicación, sobre todo en 2025. Por esa razón, también podrían haber optado a esta elección palabras como “caso”, porque de casos de corrupción vamos bien servidos en España en los últimos tiempos. Y no digamos ya si hablamos de casos de acoso sexual y abuso, que están al orden del día en todas las portadas de la prensa y los titulares de radio y televisión. O también hermanísimo y Gallardo, pues ambas palabras engloban la derrota severa del sanchismo en Extremadura. Dicho esto, entre los asistentes al acto de la RAE había algunos académicos muy conocidos, y se formaron muchos corrillos en torno a ellos para dar el veredicto privado sobre la palabra elegida. Uno de los periodistas e intelectuales más cualificados, cuyo nombre callo por discreción, propuso una palabra que, a su juicio, resumía a la perfección el uso periodístico frecuente que abarca todo lo descrito en este artículo. Esa palabra es un nombre, en concreto Koldo, porque describe la esencia de lo que ha sucedido en la España de 2025. Alguien le replicó que por esa regla de tres también se podría elegir un apellido como Sánchez, otro nombre como Begoña, o un ismo como sanchismo, lo cual no es descabellado. En 2024 la RAE eligió la palabra dana muy justamente, aunque se haya olvidado a menudo injustamente de la palabra amnistía. En 2023 la palabra elegida fue polarización. Y este año, repito, la RAE se ha inclinado por arancel, aunque en los corrillos se hablaba mucho de corrupción, acoso o Koldo como palabras del año injustamente olvidadas.