Antonio Casado
Cumbre de la desunión europea
Una de las mayores singularidades de nuestro rico y abundoso patrimonio tanto natural como gastronómico o artístico de nuestra bien querida tierra ourensana lo constituye su paisaje excepcional aún, en algún caso inédito, digno de poder figurar, con pleno derecho, dentro del catálogo de la merecida clasificación de Patrimonio de la Humanidad.
A Ribeira Sacra con sus diversos monasterios y como no su llamativo y espectacular Cañón del Sil son actualmente una de las visitas más demandadas por los turistas que desean conocer nuestra hermosa tierra gallega del interior.
En este imaginario recorrido podremos apreciar la belleza del paisaje, su riqueza monumental, gastronomía, calidad de su vino (Denominación de Origen) además de poder disfrutar del trato amable de los residentes de la zona.
Partiendo de la carretera autonómica 536, poco antes de Esgos, en Tarreirigos, nos desviaremos cara a al eremitorio de San Pedro de Rocas. El origen de este curioso monasterio es incierto, basándose su fundación en una placa fechada en el año 573 en la que se indica la presencia de anacoretas en este silencioso lugar. La iglesia rupestre tiene excavada en la roca viva tres ábsidas teniendo su acceso a través de tres arcos de herradura de clara reminiscencia visigótica. Resulta a si mismo curioso el alto campanario espadaña asentado sobre una enorme roca, además del pequeño museo adyacente.
En este imaginario recorrido podremos apreciar la belleza del paisaje, su riqueza monumental, gastronomía
Retornando nuevamente a la estrecha carretera seguiremos nuestro recorrido en dirección a Luintra, capitalidad del Ayuntamiento de Nogueira de Ramuín para seguidamente a mano derecha desviarnos en dirección al monasterio de San Estevo de Ribas do Sil, el más importante de cuantos se asentaron en la denominada por la reina doña Teresa de Portugal “Rivoyra Sacra” En el acceso al monasterio, hoy Parador Nacional, nos recibe su escudo situado en la fachada consistente en nueve mitras de nueve obispos que, abandonando sus sedes episcopales, se retiraron a vivir en la soledad en estos hermosos parajes El primer claustro, el grande, es renacentista, obra de Diego de Isla del año 1595; destaca por sus arcadas de medio punto además de poseer un segundo cuerpo y un tercero. En el segundo claustro, denominado de los obispos, sus arquerías bajas son románicas sostenidas por columnas gemelas. Sobre el corre un cuerpo superior de estilo ojival decadente del siglo XVI decorado en su parte superior por hermosas gárgolas.
La edificación de la iglesia, en su origen prerrománica, pero con el paso de los siglos e incendios sufrió serias transformaciones. El interesante retablo del altar mayor es obra del escultor Juan de Ángés, datado a finales del siglo XVI. Resulta muy interesante la vista de las cajas móviles que contienen las cenizas de los obispos santos.
Existe desde la posibilidad de efectuar un viaje en catamarán por el interior del cañón lo que permitirá admirar la enorme verticalidad del mismo además de las bonitas vistas de las viñas con sus “socalcos” que permiten una gran calidad de sus vinos muy apreciados en Roma por los Césares.
Continuaremos por la curvosa carretera que bordea el cañón podemoa efectuar una parada para la vista panorámica y fotográfica desde un mirador denominado “Vilouxe” o “Cabezoás”. Continuando hacia Parada do Sil en donde en un cruce nos desviaremos a la derecha con dirección a Villarino Frío en donde, a mano izquierda, enlazaremos con la carretera autonómica 536, que conducirá a la medieval villa de Castro Caldelas en la que podremos visitar su famoso castillo fortaleza de los Osorio. El castillo lo forma actualmente un conjunto destacables de edificaciones defensivas construidas, en diferentes épocas, rodeadas en tres de sus lados por gruesas murallas protegidas por salientes torreones abiertos dotados de saeteras de defensa. La popular torre del reloj conjuntamente con la del homenaje constituye la parte más antigua del castillo, sin olvidar una visita al pequeño museo etnográfico.
La popular “bica” de Castro Caldelas, los afamados vinos: Mencía y Godello, ambos amparados bajo la denominación de origen “Ribeira Sacra”; el exquisito licor café, más las concurridas ferias de ganado a las que se suman sus fiestas populares, “fachos” Carmen etc. permiten ofertar al visitante los numerosos recursos y reclamos turísticos variados que goza este ayuntamiento y sus alrededores.
Por último recordar que la vista a la Ribeira Sacra implica su compromiso al visitante para una segunda visita para de este modo, poder completar el conocimiento de este hermoso lugar de Galicia.
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