Paseos, bici y patinete todoterreno

DEAMBULANDO

Publicado: 29 dic 2025 - 04:10

Opinión en La Región
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Arboles no muy escasos los que de caduca hoja cubren estas faldas de los llamados Castros de Trelle, donde más deseable caminata hallarás a sol descubierto en las invernías, en unos cortos tramos, que en los muchos que se prodigan en los estíos bajo las más abundantes resinosas, aquí donde, en 5 km. de radio, en otros menos, no hallarás población humana alguna, salvo la de ese cinturón urbano que forman esa mayoría de medio habitadas aldeas de A Seara, Teixugueiras, Sabucedo, Pereira, A Manchica, Parderrubias, Loiro, Bentraces, Sobrado, Moreiras, Mugares, Toén, Xestosa ,Trellerma, Trelle, y algún caserío de menor entidad, donde cuatro concejos confluyen: Barbadás, Toén, Cartelle, A Merca.

Un gran espacio éste de Os Castros, ogaño vueltos a excavar, que a modo del gran pulmón ciudadano está siendo descubierto, y ya en donde se ven casi tantos caminantes como ciclistas, corredores de cross o de maratón. Si ya no lo es podría ser el gran pulmón de una urbe que va a empezar a limitar tanto automóvil en sus entrañas para disminuir la contaminación.

Ahora el desaprovechamiento del monte es total como evidencian tantos troncos caídos, piñas que alfombran la espesura. Todo este combustible alimentaba las cocinas de la urbe como pasó en las aldeas montañosas que dan al valle de Monterrei

El paraíso está siendo descubierto y es que el que dispongas de pistas de tierra por docenas, estimula la práctica del pedal o de la zapatilla o de la bota, donde ya empiezan a verse cada vez más bicis a motor o de pedaleo asistido, quedando las llamadas musculares para los más jóvenes; para los jubilados o antes de llegar a esa edad del retiro, las eléctricas, llamadas e.bikes, tienen un espacio donde proliferar; gracias a esta forma de ayuda, ex ciclistas disminuidos como Paco F. Carrera dispone de un triciclo adaptado para su incapacidad que le permite hacer rutas kilométricas. Lo más curioso es que en este caso hubo de adquirir su vehículo en Inglaterra. Al paso que va adaptándose lo veremos competir, si se montasen carreras paraolímpicas de esta especialidad.

Estas masas de pinares que daban para que los vecinos aledaños, caso del gran poblamiento que Sobrado era, con varios núcleos aldeanos ( A Viña, Prado, Alén, A Eirexa, Pazo da Mitra), según me cuenta Antonio” Requeno”, vecino del pueblo que fue y donde aún solar conserva, se surtieran de piñas en esos pinares, los más necesitados de sus vecinos, quienes acumulaban en sacos apilados en ambos flancos de unos burros, los que los tenían porque no pocos con remolques a mano, con los que bajaban a la ciudad para abastecer las cocinas económicas o de leña, e incluso recogiendo sus abundantes carqueixos que servían para prender la lumbre, apañados también por estos bosques cuando todavía se hacía de ellos industria o negocio que daba de comer a vecinos de escasos recursos. Ahora el desaprovechamiento del monte es total como evidencian tantos troncos caídos, piñas que alfombran la espesura. Todo este combustible alimentaba las cocinas de la urbe como pasó en las aldeas montañosas que dan al valle de Monterrei con os carboeiros que lo fabricaban de las raíces de los brezos que ardían tapados con tierra; el carbón obtenido lo vendían en Laza, Castrelo, Verín, y aldeas del contorno.

Por Sobrado llamado do Bispo, porque allí acaso intereses el prelado tenía, por algo sobrenombrado así, es la más traspasada aldea por ciclistas de montaña hacia Os Castros donde casi siempre te toparás con un trío de vecinas de público asiento, asistido de alguna silla privada, que por sus muchos años algo que contarse tendrán. Y en esto, por acaso, me para en Loiro, montado en eléctrico patinete, con un mozo que no otro que David, dos Cucos de Sobrado, que anda de acá para allá en sus labores; me pregunta por la bici que le llama la atención, que más apropiada para caminos que patinete. El, pintor de brocha gorda por libre, en el ejercicio de su profesión se desplaza a través de las pistas de los Castros hacia las aldeas de alrededores; Los viajes en este vehículo son ventajosos para los ryders y para los que deben desplazarse por laborales motivos, un medio de locomoción barato, rápido, sin problemas de aparcamiento; a veces parece como si reservado para esa comunidad de tantos hispanoamericanos que entre nosotros moran. Los nativos obviamos sus ventajas… o no queremos exponernos al denso tránsito urbano.

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