Lo peor de las reacciones

El runrún en el PSOE se ha convertido en clamor: con Pedro Sánchez el partido solo puede aspirar a incrementar su descrédito y, consiguientemente, a perder elecciones de forma estrepitosa a medida que se van convocando. Con una situación preocupante de la que es difícil recuperarse: pertenecer al Psoe de Sánchez hoy supone escarnio, humillación y un futuro negro incluso para las figuras más prometedoras.

No hay operaciones en marcha para desbancar a Sánchez, aunque ganas no faltan y tentaciones de crear algún tipo de plataforma. Sin embargo personas de trayectoria correcta y que han apoyado a Sánchez desde el principio ya denuncian que así no se puede seguir. Ocurre desde hace pocos años, pero el fiasco extremeño ha abierto la espita para que ya no se disimule el descontento.

Pedro Sánchez es un hombre al que se ha perdido el respeto porque él ha perdido el respeto a las siglas del partido, a las normas que rigen en la democracia y ha tomado decisiones que han colocado a España en una inestabilidad institucional de graves consecuencias. No ha movido un dedo para detener la corrupción económica y moral que se producía a su alrededor, y ha sido el principal culpable de la falta de prestigio de España en la esfera internacional. Sobre todo en la Unión Europea.

Que en su primera aparición pública tras el resultado extremeño no haya dedicado ni una palabra a las elecciones del pasado domingo es una burla. Ni siquiera encontró la forma de enviar un abrazo que sirviera de consuelo a los candidatos y militantes que han perdido todo por seguir defendiendo unas siglas contaminadas por el secretario general del partido.

Los dos anuncios que hizo en la comparecencia, sin periodistas, sin peguntas, fueron profundamente incomodos. La nueva portavoz del gobierno y ministra de Seguridad Social, Elma Sáiz, llega con su biografía manchada por ser consejera del gobierno de Navarra cuando se tomaron decisiones en obra pública sospechosas de no cumplir con los requisitos obligados, y favorecer así a Servinabar la empresa de la que forma parte Santos Cerdán, hoy investigada. La nueva ministra de Educación, Milagros Tolón, es “látigo “ sanchista contra Emiliano García Page, al que el presidente de gobierno tiene en poca estima porque no es suficientemente afín a su causa; aunque lo que probablemente duele más a Sánchez es que se trata del único socialista que gana elecciones en su región y gobierna con mayoría absoluta. Todo ello sin esconder sus discrepancias con el presidente del gobierno y secretario general del PSOE.

A la actitud absolutamente inaceptable de Pedro Sánchez ante el fiasco extremeño del que es más culpable que el propio candidato, se suman las declaraciones vergonzosas de la portavoz del partido Montse : Mingo. Ha declarado tras el conocer resultado que “El Psoe está más fuerte que nunca”. Provocó estupor; después, indignación.

Sánchez y los sanchistas -los que quedan- siguen creyendo que los ciudadanos españoles no tienen dos dedos de frente, ni siquiera saben interpretar lo que tienen delante de sus ojos. El sanchismo, además de destrozar el país, roza la indecencia.