Porcos

Publicado: 20 sep 2024 - 00:37 Actualizado: 21 sep 2024 - 11:22

Perdonen la brusquedad del título, así para empezar suena un poco duro. Pero ya saben lo que dicen: del cerdo hasta los andares. Nuestro querido cerdo ha saltado a la actualidad, como China en el mundo. La agenda de nuestro presidente en su viaje a China se abría con la palabra cerdos, y vuelvo a pedir disculpas que no necesitan explicaciones.

En el año 2023 España, principal exportador de cerdo y sus derivados a China, lo hizo con 560.000 toneladas y un valor de 1.224 millones de euros. China es el tercer país importador, no perteneciente a la UE, después de Estados Unidos y el Reino Unido.

¿Aranceles para el coche eléctrico chino?, pues aranceles y revisión para las importaciones de cerdo, porco, marrano o marrán español.

Claro que resulta que el cerdo español y el coche eléctrico están en la misma guerra. ¿Aranceles para el coche eléctrico chino?, pues aranceles y revisión para las importaciones de cerdo, porco, marrano o marrán español.

Hay antecedentes en este tipo de guerras. La Codorniz, ¿la recuerdan?, “la revista más audaz para el lector más inteligente” publicó en su día un chascarrillo digno de ser contado ya que es un factor de disuasión aplicable a la actual situación del cerdo.

Los americanos consiguieron engordar los pollos en un tiempo récord, lo que produjo una caída de su precio y popularizó su consumo

Decía que allá por los sesenta los americanos, gracias a su inteligencia y desarrollo, consiguieron engordar los pollos en un tiempo récord lo que produjo una caída de su precio y popularizó su consumo. Lo comparaba con España, muy atrasada todavía, olvidada del Plan Marshall, donde la alimentación del pollo seguía siendo lenta y paciente. Pollo se comía los domingos y solo los pudientes. Terminaba el inteligente artículo con todo un reto: “A pesar de ello los españoles estamos dispuestos a emprender la guerra a pollazos contra los americanos cuando ellos quieran”. Vuelvo al perdón. No sé si este será mi último artículo.

El caso es importante porque la guerra es economía, la del cerdo y el coche eléctrico, la del hambre y la energía: la de los cañones. Son lo mismo. Me atreví a corregir a Clausewitz: no es continuación de la política, sino de la economía.

Galicia ha llegado al mercado chino, las cooperativas ourensanas estuvieron recientemente en Shanghai en la Feria Sial. Eso lo dice todo. Hay comercio y futuro. Sobre todo confianza en el producto español. El cerdo alimentado con castañas es mi preferido y cuando se conozca más será un descubrimiento a tener muy en cuenta. Qué les voy a decir del cerdo celta criado con cariño, historia y productos de la tierra.

En Galicia se crían 1,26 millones de cerdos de los 33,86 que lo hacen en toda España. Estamos a punto de abrir el mercado chino, así que la UE, mejor calladita.

Si los chinos ponen pegas, nada mejor que recordarles lo de los pollos americanos. Seguro que Sánchez en su visita a China se lo contó a Xi Jimping que todavía no ha parado de reírse, cosa poco habitual en él.

Se nota que no come jamón del bueno.

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