Pilar Cernuda
LAS CLAVES
Sánchez, cuestionado por los suyos pero inamovible
El domingo falleció en su casa de Brión Xosé Vizoso (Mondoñedo, 1950), el primer artista gráfico en activo al que se consagró el Día da Ilustración que se celebra el 30 de enero, fecha de nacimiento de Castelao. La Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude y la Asociación Galega de Profesionais da Ilustración (Agapi) llegaron a tiempo para situar a un hombre de callado trazo universal delante del reconocimiento social que merece.
Hace unos días un veterano compañero de la prensa se quejó por los premios que el oficio reparte por enero. “He dejado en mi testamento escrito que rechacen cualquier homenaje póstumo, todos. Se hacen en vida o no se hacen”
Murió a los diez días de asistir a la inauguración de la exposición “Xosé Vizoso: o neno que debuxou un cabalo” que se puede ver en la Biblioteca de la Cidade da Cultura hasta el 12 de mayo. Diseñador de la cerámica de Sargadelos durante cuatro décadas, la mano de Xosé Vizoso, como la de Xosé Díaz, hijo de Isaac Díaz Pardo, está en cada casa e institución de Galicia y sus mundos. La fiabilidad del detalle para dejar y quedar de una pieza ante cualquier compromiso: cortesía institucional, premio, boda, bautizo, comunión, adorno o recuerdo.
Hizo más y desde muy joven. Premio Nacional de Escultura en 1968, cartelista –el del centenario del Celta entre los recientes– muralista, ilustrador de libros, y dibujante hasta el final –”se non debuxo morro”, dijo en una entrevista en TVE hace diez días–, a Vizoso le sobraban méritos pero no tiempo para ver su autoría publicitada antes de que se apagase la luz. Un buen final de obra.
El 13 de enero, un mes después de que la Galería Vilaseco de A Coruña inaugurase la muestra de Teo Soriano titulada “A mi padre”, falleció el padre. Con 90 años, había estado entregado a la pintura del hijo antes y después de que sufriese un accidente incapacitante en 2017. Disputó una contrarreloj contra la fecha pero en la inauguración parecía el más vivo. Se reconocía “el lugar que ocupa la obra de Teo en el arte abstracto gallego”. Hace unos días un veterano compañero de la prensa se quejó por los premios que el oficio reparte por enero. “He dejado en mi testamento escrito que rechacen cualquier homenaje póstumo, todos. Se hacen en vida o no se hacen”. Las ganas cuentan con el respaldo de su trayectoria y es una lástima que algún jurado no repare. “No me descubras”, respondió a la sugerencia de deslizar su candidatura para reparar el supuesto olvido antes de que sea tarde. Muerto, homenaje seguro.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Pilar Cernuda
LAS CLAVES
Sánchez, cuestionado por los suyos pero inamovible
Itxu Díaz
CRÓNICAS DE OTOÑO
Hay que ir sacando la ropa de fiesta
Luis Carlos de la Peña
CAMPO DO DESAFÍO
Premios de arquitectura en Ourense
Fermín Bocos
Zapatero, cada vez más sombras
Lo último