Presión sobre Israel

Publicado: 09 sep 2025 - 01:55

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha guardado para otra ocasión la medida más relevante en su intento de presionar a Israel para tratar de contener el genocidio en Gaza, la ruptura total de las relaciones diplomáticas con el Estado hebreo, y no la ha incluido en el catálogo de nueve medidas que ha comunicado que comenzarán aplicarse de forma inmediata. Al jefe del Ejecutivo no se le escapa que la iniciativa española es una gota en el océano de la comunidad internacional que no termina de adoptar una posición de firmeza contra la masacre de población civil que Israel perpetra en la Franja de Gaza.

Las medidas anunciada por Pedro Sánchez combinan unas iniciativas muy concretas, otras más difusas y otra más de difícil comprobación y que generan dudas sobre su aplicación. Las primeras son las que hacen referencia al embargo de armas y la prohibición de paso por nuestro país de armamento y suministros para el ejército israelí; las segundas son las que no concretan a quienes afecta la prohibición de entrar en España de los cómplices del genocidio; y la terceras, las que hacen referencia a la compra de armamento y equipos militares para las Fuerzas Armadas. No es preciso señalar que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no puede poner un pie en nuestro país por cuanto sobre él pesa una orden del Tribunal Penal Internacional para su detención por crímenes de guerra. Pero no habría estado mal que hubiera señalado a los ministros ultraortodoxos y ultraderechistas que animan la desaparición y deportación del pueblo palestino y que se les aplicara todo tipo de sanciones.

Protestas e iniciativas condenadas al fracaso mientras los gobiernos no apliquen una acción contundente de embargos y sanciones que tampoco garantizaría el cese de la guerra mientras Estados Unidos mantenga el apoyo sin fisuras a Netanyahu

Como en el caso del reconocimiento del Estado palestino realizada por España junto a otros países sin esperar una acción conjunta de la Unión Europea, el Gobierno de Pedro Sánchez va un paso por delante de otros países que ni tan siquiera se plantean adoptar algún tipo de medida mas allá de la utilización de palabras de condena que resultan vacías, -con Alemania presa de su deuda moral por el Holocausto- pese a que poco a poco las sociedades civiles de los países europeos asisten cada vez con mayor estupor a las imágenes procedentes de la Franja de Gaza, los asesinatos indiscriminados del ejército israelí, la destrucción sistemática de sus modos de vida y los padecimientos causados por la hambruna. Protestas e iniciativas condenadas al fracaso mientras los gobiernos no apliquen una acción contundente de embargos y sanciones que tampoco garantizaría el cese de la guerra mientras Estados Unidos mantenga el apoyo sin fisuras a Netanyahu.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo ha criticado las medidas de Sánchez al afirmar que no había hecho mención al origen del conflicto pese a que reconoció que Israel respondió a “los atroces atentados de Hamás” del 7 de octubre de 2023, y que España defiende el derecho de Israel a vivir con seguridad al tiempo que defiende la existencia de dos Estados conviviendo en paz y seguridad. Cierto que el Gobierno no ha contado con el PP y ha roto el consenso en política exterior en relación con Israel, pero no es menos cierto que el PP no califica como genocidio lo que ocurre en la Franja de Gaza para reducirlo a una acción “inadmisible” del gobierno israelí y olvida que la Unión Europea a la que deriva la presión sobre Israel es incapaz de llegar a ningún acuerdo. La respuesta del gobierno israelí fue la esperable, acusar de antisemitismo al español que justifica por la corrupción que afecta a Sánchez.

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