A cualquier accidente que hace trastabillarse la vida cotidiana es preciso tratar de buscarle su lado positivo. El hipermercante Ever Given que ha encallado en el Canal de Suez ha motivado la paralización de un diez por ciento del transporte mundial de mercancías que se mueve desde Oriente a Occidente. Como el tiempo es oro, muchas navieras han decidido volver a utilizar la ruta ancestral para mover sus productos doblando el cabo de Buena Esperanza. Eso va a permitir a muchos marineros tener la posibilidad de colocarse en el lóbulo de la oreja un aro de oro como los que llevan muchos jóvenes que lo más arriesgado que han hecho es pasear por la senda de los elefantes, por las siete calles o por cualquier lugar festivo de cualquier ciudad. Los piratas se horadaban las orejas cuando pasaban del Índico al Atlántico o de este al Pacífico por el cabo de Hornos, donde rugen los vientos.
