Sexo sentido

Los comentarios que en la época de Cacharro en la Diputación de Lugo se largaban como un piropo hoy suenan a denuncia. El contexto es capital, como el límite de lo que resulta tolerable en una sociedad que es menos machista, aunque todavía lo es. “Pero por un chiste machista no se denuncia a nadie”, aclara un marmitero socialista que no duda de las seis militantes que acusaron a José Tomé, presidente de la Diputación, alcalde de Monforte y secretario provincial, de acoso sexual en un programa de Cuatro y en el canal interno del partido.

La contradicción llega cuando sucede en casa propia y has predicado lo contrario, como le pasa a José Ramón Gómez Besteiro

Dicen que la escandalera se rumoreaba desde hace meses, pero el caso de Paco Salazar, asesor de Moncloa, y el descontento del feminismo por la inacción de Ferraz ante las denuncias disparó el interés con efecto “Me too”. “Detesto el linchamiento, nos estamos cargando la presunción de inocencia, otra cosa es una agresión sexual”, avisa un veterano fotoperiodista. El contexto y el partido. En 2015 una mujer acusó a Manuel Baltar de ofrecerle curro en la Diputación de Ourense a cambio de cama, como ahora denuncian de Tomé. Baltar aguantó la tormenta y el caso fue archivado dos años después. Hoy le hubiese costado la presidencia.

“Se habla de maniobra contra el partido, pero no podemos dudar de las víctimas. Es una estrategia defensiva que se posiciona con el agresor”, sostiene el marmitero. Creer en la inocencia del compañero, como le pasa al presidente Rueda con Alfonso Villares, al que mantiene la intención de recuperar si sale absuelto de la demanda presentada por Paloma Lago, no blanquea el delito que se juzga ni te convierte en machista. La posición puede quemar, aunque es humanamente comprensible. La contradicción llega cuando sucede en casa propia y has predicado lo contrario, como le pasa a José Ramón Gómez Besteiro. Rueda reconoció que vinculó la continuidad del conselleiro a la apertura de juicio, el líder de los socialistas gallegos buscó un arreglo para que cambie todo pero pase poco. Tomé renuncia a la presidencia, pide la suspensión cautelar de militancia, como los concejales de Monforte, y sigue en la Alcaldía y de diputado. A Besteiro y a Lara Méndez le preguntan si lo sabían. ¿Quién no ha enviado una broma?”, justificó Tomé. Sexo sentido.