Como si fuera cualquier cosa

En la vorágine del deporte, de sus noticias, de sus competiciones y de todo el “bla, bla” que rodea a ese ambiente, a veces uno no pone el foco en lo llamativo por mucho que lo escuche. Acaba de cerrarse una nueva edición del conocido como “Six Kings Slam”, un torneo que se han inventado en Arabia Saudí porque quieren y pueden. Invitan a los mejores tenistas y les hacen competir entre ellos. Todo, por una ingente cantidad de dinero. No entramos ya en lo limpio o lo sucio de los billetes saudíes, que a estas alturas y con la Supercopa de fútbol haciendo patria… Pero sí que llaman la atención las cantidades. Por dos ratos de paseo (el torneo no reparte puntos ATP), Jannik Sinner se “levantó” 7,5 millones de euros. Casi nada. Si el fútbol parece sobrepagado, el italiano se llevó el sueldo anual de una estrella del balompié por dos tardes y unas cuantas fotos.

Suena hasta obsceno. El resto de competidores, incluido Alcaraz, tampoco se fue de allí pasando hambre. Un torneo hecho a medida para el disfrute de los ricos que sirve como preámbulo de una recta final de temporada en el circuito mundial que promete emociones fuertes.

Suena hasta obsceno. El resto de competidores, incluido Alcaraz, tampoco se fue de allí pasando hambre. Un torneo hecho a medida para el disfrute de los ricos que sirve como preámbulo de una recta final de temporada en el circuito mundial que promete emociones fuertes.

El año que viene habrá otra edición. Sobran los billetes. Quizá también vuelvan a batir el récord de ser la competición que más paga. Los gladiadores a la pista y los nobles a aplaudir y ver el espectáculo. Menuda fiesta.