Pilar Cernuda
CRÓNICA PERSONAL
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LA OPINIÓN
Finalizado el partido, en el momento de abandonar el Pazo, aún sonaba la voz de Yossi Dominguez (Los Suaves) (“Que nos leve o demo si hoxe non ganamos, poís esta é a noite do afilador”). Me viene a la memoria una frase de la decidida policía “Kims” Greggs en la exitosa serie The Wire: “Si oigo la música voy a bailar”. Eso hizo el COB. Fue sonar el pitido inicial y le faltó tiempo al conjunto ourensano para mostrar lo que se le suponía y su técnico, Moncho López, pretendía: defensa, polivalencia a tope y disputa unánime por el rebote. Convencidos los ourensanos que a ganar se llega por la vía rápida. No por encontrar atajos, sino por jugar a un ritmo alto, a muchas posesiones. ¡Ajetreo, ajetreo y más ajetreo!
Una competencia impredecible, con equipos que no hay que perder de vista, aunque no sean favoritos y con candidatos que pueden tener tropezones en su camino
No fue el acierto en los lanzamientos de los ourensanos sino el hostigamiento sin descanso del aro rival lo que terminó por abrumar al Palmer Basket y decantar el resultado a favor del COB. Y de surgir alguna duda, como así fue a la vuelta del descanso, Moncho López, tiempo muerto mediante, acertó con la tecla de buen psicólogo para provocar la reacción de los suyos y a la ancla que es Kalscheur, la intensidad de Okanu y Jürgens, se sumo el momentó triplista de Smith -mención a la astucia en el rebote del “guard” Isaac Vazquez- para romper el partido de manera definitiva.
Personalmente entiendo el baloncesto como espectáculo, como representación de las cosas bien hechas, de esfuerzo bien entendido y trabajo en equipo. En eso cumplió el COB. Con sus circunstancias, cierto, pero vista su intensidad en la disputa, el aficionado ourensano cree, y así lo manifestaba a la salida del Pazo, que se ha ganado el derecho a soñar con competir, del que estar orgulloso o de ir avanzando partidos y ver qué ocurre.
Por otra parte, la temporada en marcha está dando desde ya, solo van dos jornadas, algunas muestras de lo que nos deparará. Una competencia impredecible, con equipos que no hay que perder de vista, aunque no sean favoritos (2-0 para Zamora, el próximo rival del COB) y con candidatos que pueden tener tropezones en su camino (0-2 para el súper Obradoiro). Son muchos los que piensan que estamos ante la Primera FEB más “salvaje” de los últimos años.
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