Los templos salvados de Egipto

TAL DÍA COMO HOY

Publicado: 15 jul 2025 - 03:10 Actualizado: 15 jul 2025 - 03:10

Tal día como hoy 15 de julio
Tal día como hoy 15 de julio

El 19 de julio de 2004, un grupo de egiptólogos españoles comenzó la transcripción de los jeroglíficos del Templo de Debod en Madrid.

Este templo, originalmente donado a España por Egipto en agradecimiento por su ayuda en la salvaguarda de los templos de Abu Simbel, se encuentra en los Jardines del Templo de Debod, inaugurados en 1970.

El templo, que data del siglo II a.C., es el monumento más antiguo de Madrid hace 16 años en Madrid, egiptólogos españoles inician la transcripción de los jeroglíficos del Templo de Debod reemplazado en unas de las zonas más bonitas de la capital y objeto de miles de visitas de españoles y extranjeros.

Es un templo egipcio dedicado a Amón de Debod y a Isis, construido entre el año 185 AC y el siglo I de nuestra Era.

Queremos hacer una mención al esfuerzo multinacional para salvar joyas arquitectónicas únicas por motivo de la construcción de la presa de Asuán.

Tras recibir un informe sobre el asunto, el entonces secretario general de la Unesco, Vittorino Veronese, formuló el 6 de abril de 1959 una llamada internacional oficial para el salvamento de los templos de la Nubia egipcia (actual Sudán) a cambio de llevarse el 50% de las piezas que descubrieran, entre ellos, el Templo de Debod, situado a 27 kilómetros aproximadamente de Asuán. En total, 22 países participan en la comisión de salvamento de los templos de Nubia, liderada por la Unesco.

Entre 1964 y 1968, se cortó el templo de Abu Simbel en bloques de 20 toneladas cada uno, se almacenaban en áreas preparadas a salvo de la subida del agua y se colocaban en su actual localización, a 65 metros de altura y 200 metros más alejada de su posición original.

Los ingenieros incluso tuvieron en cuenta el fenómeno solar que ocurre dos veces al año, cuando los rayos de sol iluminan el santuario del templo, aunque debido a un ligero error de cálculo tiene lugar un día más tarde

Los ingenieros incluso tuvieron en cuenta el fenómeno solar que ocurre dos veces al año, cuando los rayos de sol iluminan el santuario del templo, aunque debido a un ligero error de cálculo tiene lugar un día más tarde.

La campaña internacional consiguió salvar 19 templos y Abu Simbel; el resto de las metrópolis quedaron bajo el agua.

Finalmente, en una reunión celebrada por la Unesco en marzo de 1966, se confirmó la cesión del templo de Dendur a Estados Unidos y el de Ellesiya a Italia, el de Debod a España.

Tras conseguir la concesión, faltaba escoger un lugar para colocarlo. “Barcelona y Elche adujeron que el clima de Madrid dañaría el templo y que sería más adecuado un clima mediterráneo”, relata el director del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, y propusieron su candidatura. Almería, por su parte, destacó que su clima era el más adecuado por el palmeral.

El templo de Debod, fue inaugurado por el príncipe Juan Carlos y el alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro, el 18 de julio de 1972.

La piedra rosetta

Durante la campaña en Egipto de Napoleón Bonaparte en 1798, el ejército expedicionario iba acompañado por una comisión de las Ciencias y de las Artes.

El 15 de julio de 1799, mientras los soldados franceses trabajaban en el refuerzo de las defensas del fuerte Julien, situado cerca de la ciudad portuaria egipcia de Rashid (Rosetta), el teniente Pierre-François Bouchard avistó un lugar donde se había excavado una placa con inscripciones egipcias.

Años más tarde, Champollion vio unas copias de las breves inscripciones jeroglíficas y griegas del obelisco de Filé, en el que el aventurero y egiptólogo británico William John Bankes había señalado tentativamente los nombres “Ptolomeo” y “Kleopatra” en ambos idiomas, a partir de lo cual Champollion identificó los caracteres fonéticos “k l e o p a t r a”.

Sobre esta base y la de los nombres extranjeros en la Piedra de Rosetta construyó un alfabeto de caracteres jeroglíficos fonéticos que aparecen, escritos de su puño y letra, en su célebre carta a M. Dacier.

Esta carta marca el verdadero punto de inflexión para la comprensión de los jeroglíficos egipcios.

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